Lo absurdo del mundial de futbol en Arabia Saudita

En la FIFA, las decisiones, por ejemplo la sede de un mundial, se toman por el voto de las federaciones representadas. Desde hace años sabemos de escándalos de compra de votos de países africanos, asiáticos o del caribe, que definieron sedes para mundiales como Rusia o Qatar. Sin embargo, en los últimos años estamos cayendo en verdaderos absurdos.

Para comenzar, el mundial de 2030 se celebrará en conjunto por España, Portugal y Marruecos, pero tendrá juegos inaugurales en Argentina, Uruguay y Paraguay, por lo que todos estos países tendrán su boleto asegurado, es decir, en dicha copa se jugarán partidos en seis diferentes países y en tres continentes distintos.

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Pero lo peor vendría en la asignación del mundial del 2034, que ya se definió a pesar de que faltan 11 años para su celebración, y por si fuera poco, se hizo sin votación de la sede, porque en una aplicación sesgada de las reglas, la FIFA determinó que no podía participar en la búsqueda de las mismas Europa, África, Sudamérica y Norteamérica, debido a que los mundiales de 2026 y 2030 se realizarían en dichos continentes, de forma que solo se recibieron candidaturas de Asia y Oceanía.

Pero Australia, que era el único rival de peso que enfrentaba Arabia Saudita, declinó la candidatura, por ende el segundo país obtuvo la sede, lo que lo convertirá en una especie de Qatar 2.0, es decir, una copa del mundo en un lugar sin verdadera tradición de fútbol, que literalmente obtuvo la sede a billetazos y una aplicación sesgada de las normas y donde la religión impedirá que se pueda disfrutar la fiesta al máximo.

Lo cierto es que suena absurdo que no dejaran participar a Sudamérica en las candidaturas, toda vez que en estricto sentido no tendrán un mundial, sino tres juegos inaugurales, también hace falta ver cuantos juegos le dan a Marruecos, porque igual también se dan tan pocos encuentros ahí que tampoco habría justificación para impedir que África participara por la sede.

Cada vez más las decisiones de la FIFA se alejan del sentido futbolístico y se conducen solo por intereses económicos, aunque de pasada arruinen la fiesta. Por ejemplo, hubiera sido ideal que para el 2030 le asignaran la sede a Argentina, Uruguay y Paraguay, porque precisamente se celebran los 100 años de la primera copa del mundo en Uruguay, cuya final jugaron con Argentina, por ende, tenía mayor poder simbólico y un mercado gigante de fanáticos que sienten el fútbol.

Y el 2034 se podía asignar a España y Portugal y quizá agregar a Marruecos a la ecuación, sin necesidad de hacer los enredos que generaron de una copa mundial en seis países. O bien, hubiera sido interesante la sede de Australia, Nueva Zelanda, Malasia y Singapur, que además de grandes estadios, tienen la ventaja de que nunca un mundial se ha realizado en dicha zona, lo cual podría ayudar al desarrollo del deporte en estos países. Pero de nuevo, se optó por una nación en donde el fútbol y el deporte en general es marginal, a pesar de los millones que se invierten en el mismo cada año.

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