Loly Zubieta, rompiendo el cristal en la política

Empujar causas vinculadas al medio ambiente no es más difícil que llenar estadios para presenciar juegos de futbol soccer. Si se trata de promover un área natural protegida, el desafío es mayor. Cuando tuve el objetivo de que hubiera un área natural protegida en el polígono de la sierra y el Cañón de Bustamante, hubo muchos intereses privados de terratenientes que echaron abajo algo que ya estaba autorizado y que no se supo defender desde lo local. Por la ausencia de firmas de regidores del cabildo, la posibilidad de que hubiera la certeza de proteger especies endémicas de cactáceas y reptiles se esfumó.

La diputada tabasqueña Loly Zubieta me comentó su defensa por la región que comprende la región de los municipios de Tenosique y Balancán. Por cierto, tal región del Usumacinta es atravesada por el río San Pedro Mártir, uno de los pocos en México que aún son limpios y navegables, pero este río padece de una sobreexplotación de su pesquería, donde existen grandes ejemplares de peces. La cooperativa de Balancán, que por su sistema de explotación, daña a nutrias, lagartos, tortugas y otras especies endémicas.

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La gran preocupación de la legisladora es de qué van a vivir los habitantes de la ribera con la llegada del Tren Maya. Ella sabe que se tienen sobrados productos y una historia tradicional que se puede contar para el turismo nacional e internacional; pero los pobladores ribereños no tienen conocimiento de lo que podría ocurrir. Comparte la diputada que ellos tienen todo para vivir.

Es la educación desde la que se debe construir la capacitación, pero no es fácil en Tabasco, y en esta franja fronteriza que limita con Guatemala y que contiene graves problemas de inseguridad. El Tren Maya podría parecer una ventana a un mejor futuro, pero también representa un instrumento desconocido que podría capitalizar intereses ajenos a los nativos de la región que en sí tienen un complejo sistema social. En Tenosique, por ejemplo, hay grupos sociales que han intentado adjudicarse la práctica de la danza del Pochó, que es una tradición prehispánica que forma parte del vistoso carnaval de Tenosique.

Para Loly Zubieta “romper techos de cristal” es alzar la voz para apoyar los trabajos científicos del biólogo Carlos Burelo, quien encontró en tierras de Tenosique una zona de manglar que tiene 125 millones de años. Precisamente esa zona es la que está apuntalándose para ser Área Natural Protegida Natural. Ella llegó hasta el actual rector de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) para poner en valor los trabajos del investigador Burelo, y tuvo como respuesta que no había manera de financiarlos, que sería cuestión del Congreso del Estado este compromiso.

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He investigado y sé que la UJAT pasó por administraciones que la dejaron en quiebra y que el rector lo que ha hecho es depurar las finanzas y adelgazar la nómina de la institución universitaria, pero tal vez pudo dialogar de otra manera con la legisladora porque lo que resultó de las declaraciones de prensa de Loly Zubieta es que legisladores de todas las fracciones políticas se sumarán a su propuesta de fortalecer la idea de creación del área natural protegida.

Ella dice que el sendero de la política es un sendero oscuro, pero lo ha andado porque le importa su pueblo. Cuenta para ello con su familia que la apoya visiblemente, pues mientras está en las lides políticas, su esposo se encarga de las labores del rancho, porque ella es una mujer de orígenes sencillamente y poderosamente tabasqueños.