Los ‘Chicago Boys’ y la dictadura en Chile

En memoria de Víctor Jara.

En el contexto de la Guerra Fría, según la periodista Carola Fuentes (EFE, 15-03-20), en un memorándum del Departamento de Estado de Estados Unidos se habla de becas para estudiantes latinoamericanos que se formarían en la economía neoclásica. A mediados de la década de los años 50 del siglo 20, profesores de la Universidad de Chicago reclutaron en Chile a jóvenes que serían educados con la máxima dogmática “el mercado siempre acierta”.

A inicios de los años 70 del siglo 20, en Chile se generó una crisis económica a causa de errores de cálculo del Gobierno socialista del presidente Salvador Allende, pero también por conspiración del Gobierno de Richard Nixon de Estados Unidos, con el apoyo de la oligarquía local, medios de comunicación conservadores y líderes sindicales sobornados. Según el economista Mario Raport, en 1973 la inflación fue de 600%, la reducción salarial real de 35% y el desempleo sólo de 4.5% (Télamdigital, 90-09-23).

“Ellos buscaron a Pinochet, no él a ellos”, señala Fuentes a los “Chicago Boys”, economistas que propusieron un plan de ajuste económico a Augusto Pinochet, meses antes del golpe de Estado en Chile consumado el 11 de septiembre de 1973, donde perdió la vida el presidente Allende, con atroz represión a seguidores y militantes de la organización política Unidad Popular.

Como si la economía agregada sólo fuera un asunto de caja y liquidez, la receta de libre mercado incluyó apertura de la economía a la competencia internacional; desregulación; liberalización de precios y tasas de interés; privatización de empresas estatales, flexibilidad laboral; eliminación de subsidios en sectores estratégicos; posteriormente seguiría la privatización de la educación y la salud, así como las pensiones con ahorros individuales. Los programas sociales atenuarían los negativos resultados en desigualdad económica. Con aplicación ortodoxa neoclásica, en el país sudamericano se sucedieron crisis y reajustes.

Años antes del Consenso de Washington, FMI y Banco Mundial, la dictadura chilena impuso un programa económico sin contrapesos políticos ni posibilidades de protesta académica, estudiantil o sindical. El país andino sería el violento ejemplo a seguir en América Latina.

En la construcción al socialismo del presidente Allende, el Estado administraba 596 empresas (325 firmas industriales intervenidas y 18 instituciones financieras), en 1974 se devolvieron a sus antiguos dueños y a finales de 1974 el Estado chileno pagó 142.7 millones de dólares como compensación de expropiaciones a empresas estadounidenses (nuevatribuna.es, 03-09-23).

Desde 1975 se encargaron de la economía los brillantes alumnos chilenos de Friedman, Becker, Von Hayeck, Harberger, Schultz, entre otros. Sin embargo, los resultados no fueron los esperados: según Raport, el PIB en 1975 cayó 13%, la inflación fue 350% anual, la producción industrial se redujo en 27% y los empleos estatales se redujeron en 20%. En 1982 otra crisis: el PIB se ubicó en menos 14%, con inflación de 350%, la industria cayó más de 20%, el desempleo 30% en 1983 y la deuda pública se duplicó en tres años; por otra parte, según Gabriela Máximo, en 1982 el precio del dólar pasó de 39 a 70 pesos, lo que provocó la liquidación de tres bancos comerciales, cinco intervenidos y tres observados, con rescate bancario en 1986 por 6 mil millones de dólares (35% del PIB); en 1984 el 40% de la población más pobre recibió 9% del ingreso total, mientras 20% de los más acaudalados recibió 61% del ingreso nacional; de 1974 a 1990 el crecimiento del PIB fue sólo 1.6% promedio (información en nuevatribuna.es 03-09-23 y Telámdigital 09-09-23).

Con la presión internacional, en 1988 Pinochet se sometió a referéndum y en una sociedad chilena polarizada triunfó la opción No a la dictadura (54.7%) para reconstruir la democracia. El presidente Patricio Aylwin (gobernó de 1990-1994) restableció derechos laborales y mecanismos de impulso económico, con promedio de crecimiento del PIB de 1990 a 2007 de 4.36%. Si bien actualmente la pobreza en Chile es 9%, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe el 1% de los más ricos posee más de la cuarta parte de la riqueza del país y la deuda de las familias asciende al 75% de sus ingresos, con una clase media extremadamente vulnerable, un lastre de la dictadura que ha generado airadas protestas sociales (nuevatribuna.es, 03-09-23).

Miles de desaparecidos, asesinados, torturados y exiliados fueron parte del precio “necesario” que los Chicago Boys asumieron para aplicar recetas técnicas neoliberales, además su influencia impactó, hasta ahora, los planes de estudios de escuelas de economía en América Latina, al excluir el pensamiento crítico en la formación de economistas. Como un flagelo, el modelo neoliberal se impuso en el subcontinente con resultados negativos.

A 50 años del golpe de Estado en Chile la dictadura pinochetista y sus corifeos están en el basurero de la historia. La figura del presidente Salvador Allende se yergue como un ejemplo histórico de aspiración demócrata y de justicia social.