Los excesos de “equipaje” de Sergio Ramos

Les platico que aterrizó en el Aeropuerto del Norte con ínfulas de conquistador.

Siente que el nuevo mundo no lo merece.

De haber viajado en línea comercial le habrían cobrado un dineral por exceso de equipaje.

Una sola de sus maletas venía cargada de maquillaje, rizadores, planchas para el pelo y afeites.

Sí, un cargamento de pinturas, cremas, sombras faciales, retoques y una parafernalia de sustancias para mantener al 100 los tatuajes que lo pintan por todos lados.

De lo primero que preguntó fue por el mejor tatuador de la comarca, pues acostumbra hacerse un tatoo en cada lugar fuera de España donde ha vivido.

Delineadores para los ojos, rímel, esponjas para esconder lo rubito de su tez, dotándolo de un bronceado mediterráneo.

Otra maleta llena de zapatos.

Una más de lo que llaman en España, zapatillas.

La de sus accesorios: aretes de fistol, pulseras, anillos, argollas, narigueras de las que se cuida solo usar cuando se va de juerga.

Los peones de la finca donde vive en las afueras de Sevilla, demoraron cuatro horas en cargar su menaje de ego a su lear jet, en el que viajó a Monterrey.

A ver cómo le hace para acostumbrarse a la vida de San Pedro Garza García, que para sus ínfulas de conquistador, le va a quedar chiquito, a pesar de ser uno de los municipios con mayor calidad de vida del nuevo mundo. Antes de Miguel Treviño de Hoyos era el mejor en ese sentido del continente americano, pero ya no lo es.

Cajón de Sastre:

- Este es Sergio Ramos, la reciente adquisición de los Rayados de Monterrey.

- Mañana cambio completo de programa, sin faltar el Incomparable Iván y toda la Compañía.