Albricias. Bendiciones. Al mundo ha llegado la época más feliz. Bienvenida la natividad. El advenimiento del nacer del salvador de occidente. Bueno, también universal. Eso nos enseñaron en la escuela bíblica.
Venezuela, la del presidente Nicolás Maduro, ha decretado en agradecimiento por su reelección, los votantes tienen derecho a celebrar por adelantado. El 1 de octubre es el nuevo 24 de diciembre o 25, no lo se.
Esa ocurrencia de Maduro no es nueva. Recordamos el buen fin. Adelanto de la mitad del aguinaldo. Aprovechar las ventas especiales. Casi a la par del día de acción de gracias de los gringos.
Maduro prohíbe la oposición y permite la navidad adelantada. El PRIAN permitían la devaluación cotidiana de la moneda y por protocolo de los forcejeos verbales, la zanahoria de comprar todo lo inútil en existencia.
En Venezuela la base social, quienes nada tienen, continúa apoyando las medidas extraordinarias de Nicolás, de San Nicolás Maduro.
Venga a nos el reino. Sin pecado concebido. Primer misterio mexicano. Después del 16 de septiembre en México aparecen los artículos del fin de año.
Pavos, rellenos, televisores de alta gama, juguetes de última generación, a pagos diferidos.
Segundo misterio. 1 y 2 de noviembre. Nuestros muertos niños y los mayores desplazados a la ternura de la inutilidad. Comprar el pino infinito. Con aroma de bosque. Manzana y canela. Los abuelos con buñuelos y los niños con los caramelos.
Para entonces, las borracheras anuales en marcha. Los accidentes, los fallecidos y las antialcohólicas.
Nicolás Maduro, a quien le trincaron su avión personal el gobierno de los Estados Unidos de América, solidario consigo mismo y la investidura, ya habrá recuperado el control político de Venezuela.
Todo, con el uso de la cajita feliz adoctrinadora de la navidad.