Luis Bekris, Raquel Welch y Stella Stevens
A mediados de la semana fue precisamente el cine hollywoodense el que se vistió de nuevo de luto con la muerte tras una enfermedad breve pero letal a los 82 años de edad de la actriz de ascendencia boliviana Raquel Welch
Por segunda semana consecutiva, siguiendo a la muerte de Fernando Becerril hace quince días, la pasada inició con el fallecimiento de un prolífico creador del cine mexicano como Luis Bekris.
El nombre de Luis Bekris quizás no figuró a todo lo alto en las marquesinas de los cines del país en los 50 años de actividad cinematográfica debido a que su fuerte fue tras las cámaras, como productor de aproximadamente 200 títulos de películas nacionales a partir de iniciarse como gerente de producción del clásico de culto “La mansión de la locura”, dirigida por Alejandro Jodorowsky en 1973 y combinar posteriormente la gerencia de producción en películas hollywoodenses filmadas en México como “Los hijos de Sánchez” (Hal Bartlett, 1978); “La traición del halcón” (John Schlesinger, 1985) y “Gringo viejo” (Luis Puenzo, 1989) con la producción de éxitos taquilleros de Vicente Fernández a partir de “El tahúr” (Rogelio A. González, 1979) a “Mi querido viejo” (Rafael Villaseñor Kuri, 1991), entre otras más.
A mediados de la semana fue precisamente el cine hollywoodense el que se vistió de nuevo de luto con la muerte tras una enfermedad breve pero letal a los 82 años de edad de la actriz de ascendencia boliviana Raquel Welch. Nacida bajo el nombre de Raquel Tejada como hija de un inmigrante boliviano en la ciudad de Chicago, Illinois, el 5 de septiembre de 1940, luego de iniciarse en el modelaje y como conductora de un programa de televisión local, su debut en el cine en el año de 1966 no pudo haber sido mejor puesto que protagonizó dos clásicos de culto que marcaron su filmografía de ahí en adelante: “Viaje Fantástico”, de Richard Flesicher y “Un millón de años A.C.”, de Don Chaffey, esta última cuyo poster se inmortalizó incluso en una secuencia clave del clásico “Sueños de fuga” (Frank Darabont,1994).
A partir de entonces, Raquel Welch se consolidó, según un sondeo de la revista Playboy en la década de los 90, como uno de los tres más grandes símbolos sexuales del cine del siglo XX después de Marilyn Monroe y Jayne Mansfield al combinar como la Monroe su indiscutible hermosura con la vis cómica que la llevó a ganar el Globo de Oro a la Mejor Actriz de Comedia y Musical de 1975 por la versión de “Los Tres Mosqueteros” dirigida por Richard Lester y hablando de clásicos de culto siendo parte del elenco de uno del género del misterio como lo fue “The Last of Sheila” (Herbert Ross, 1973), escrito nada menos que por el compositor Stephen Sondheim y por ser de sus favoritas el director Rian Johnson, invitó junto a Angela Lansbury para aparecer en su reciente éxito nominada al Oscar “Glass Onion”, de Netflix.
Por si fuera poco, el viernes 17 se dio a conocer la muerte de otro símbolo sexual contemporáneo de Raquel Welch como lo fue la rubia Stella Stevens, quien en su caso falleció a los 84 años de edad tras un tiempo de sufrir de Alzheimer y quien es recordada, sobre todo, por su participación en clásicos como la comedia “El Profesor Chiflado”, la versión original de 1963 dirigida y protagonizada por Jerry Lewis; el clásico del cine de desastre “La aventura del Poseidón” (Ronald Neame, 1972), junto a los ganadores del Oscar Gene Hackman, Ernest Borgnine y Shelley Winters) y haber filmado en el vecino estado de Durango, en México, la coproducción con México “El mal” (Gilberto Gazcón, 1966) al lado de Glenn Ford y David Reynoso, entre muchas otras más. Descansen en paz.
Comentarios a: tesse_69@hotmail.com
Encuesta Vanguardia
- 20 febrero 2023
- 20 febrero 2023
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