Matrimonio, la mejor inversión: son mayores las ventajas que las desventajas

Es alarmante cómo el número de matrimonios está descendiendo en los últimos años. Algunos expertos afirman de seguir esta tendencia alcanzaremos para el año 2030 más de un 30 por ciento de adultos, entre 25 y 40 años, solteros. No estoy diciendo que todos nacimos para vivir con una pareja, pero el ser humano tiene una inclinación natural de reproducción y crear una familia. ¿Qué está pasando entre los jóvenes? ¿Ven el matrimonio como algo pasado de moda o creen que es una mala inversión?

Muchos consideran que el matrimonio es un compromiso en el que perderán la mayoría de sus privilegios como:

Sin embargo, existen más bondades que pérdidas en el matrimonio. Los estudios y experiencias nos demuestran que tanto el hombre como la mujer obtienen grandes beneficios:

Mejor salud. Según la Universidad de Chicago, los hombres casados tienen menor riesgo de padecer un problema cardiaco que los solteros. Igualmente, disminuye el riesgo de presentar conductas de riesgos, como el consumo excesivo de alcohol y uso de drogas. Presentan menos problemas emocionales, como la depresión, porque existe mayor apoyo social por la pareja.

Estabilidad financiera. De acuerdo con el centro estadounidense National Bureau of Economic Research, los hombres casados tienen mejores ganancias monetarias que los solteros. Esta afirmación se justifica porque los hombres casados tienen empleos más estables y están motivados para trabajar más duro y lograr proveer económicamente a sus familias.

Estabilidad emocional. Estudios de la Universidad de Missouri afirman que las mujeres casadas tienen poca probabilidad de sufrir depresión que las mujeres solteras. Además, tienen grandes beneficios emocionales, ya que son más felices y perciben una mayor satisfacción en sus vidas que las solteras. El matrimonio provee de apoyo social y tienen una menor posibilidad de experimentar soledad.

Mejores beneficios para los hijos. Los niños que crecen en matrimonios estables tienen mejores condiciones de vida que los que crecen en hogares monoparentales. Los niños que crecen en hogares, cuyos padres viven en matrimonio, tienen más probabilidades de graduarse de la universidad y tienen menor riesgo de vivir abuso infantil y abandono.

En otras palabras, el matrimonio tiene más ganancias que pérdidas. Nuestros hijos deben de valorar más los beneficios que el daño. Desafortunadamente, muchos de ellos solamente visualizan las desventajas, como el número de divorcios, conflictos y pleitos entre las parejas y, sobre todo, el rencor y arrepentimiento que expresan las personas que han fracasado en sus matrimonios.

Los valores no sólo se enseñan, también se viven. Si deseamos que nuestros hijos valoren el matrimonio, somos nosotros los primeros que debemos demostrar que el matrimonio es una decisión y compromiso que tiene grandes beneficios para la pareja y los hijos.

@DrJesusAmaya