Mentira y corrupción en Piedras Negras
COMPARTIR
Seamos claros, gobernar un municipio ininterrumpidamente durante noventa y cinco años, sin contrapeso alguno, sin más controles que los arreglos en lo oscurito y con la complicidad o vista gorda de quien ocupe en el momento la gubernatura del Estado, tiene consecuencias que ahora empiezan a aflorar en toda su crudeza. Ésa es la situación que está enfrentando Piedras Negras ahora que está a punto de cerrarse su ciclo priista más que nonagenario.
Faltan seis meses para que se consume la primera alternancia real en el gobierno municipal y la pus ya se asoma. ¿Con qué irá a encontrarse la nueva administración de Jacobo Rodríguez? Seguramente con toneladas de podredumbre. De ahí la imperiosa necesidad de transparentar el estado en que recibe la administración municipal.
TE PUEDE INTERESAR: 4T: ¿Nuevo sistema o reajuste del pasado?
Como un adelanto, aquí va la muestra de dos botones: La seguridad pública y un trato corrupto concreto entre gobierno municipal y una empresa en particular.
Primero la seguridad pública: con el beneplácito de centros de estudio y análisis para los gobiernos del Estado y municipales, “en Piedras Negras no pasa nada”, según ellos, Suiza nos queda chiquito. “Estamos blindados”, presumen, “no quiero saber cómo, eso es lo de menos, mientras estemos seguros basta”, dicen algunos amigos y conocidos. Toda proporción guardada, que se queme la casa, con tal de que la alarma contra incendios, debidamente desconectada, me deje dormir tranquilo. El problema con este tipo de “blindajes” es que, tarde o temprano, fallan o simplemente acaban mostrando su verdadero ser, de máscara y espejismo.
El Registro Nacional de Personas Desaparecidas, que depende de la Comisión Nacional de Búsqueda y de la Secretaría de Gobernación, dice otra cosa con datos duros: hay en Piedras Negras 634 personas desaparecidas o no localizadas. En la gráfica correspondiente destacan dos picos pronunciados en dos años muy específicos, uno mucho más elevado que el otro.
El primer pico corresponde al fatídico 2011, cuando el crimen organizado aterrorizó a la Región Norte del Estado. Fue el año de las masacres en el Cereso de Piedras Negras y Allende, de la ola de desapariciones y homicidios. Pero el otro pico es mucho peor, inició la escalada en 2021, la cima atroz de 2022, seguida por un descenso leve en 2023.
En Piedras Negras la seguridad no anda bien, además de los desaparecidos, el cristal se deja ver y circula en las colonias populares, en manos de jóvenes enganchados por el crimen que irrumpen, roban y agreden. El espejismo oficial existe sólo en la mente de políticos y cómplices, la terca realidad, fuera de control, los desmiente un día sí y el otro también. ¿Qué está sucediendo? La última administración priista ya va de salida. La derrota del PRI trae consecuencias inesperadas.
Aunque siguen procesando su derrota, el tiempo los apremia, sólo les quedan seis meses para cumplir lo que pactaron en lo oscurito y embolsarse las ganancias, pero con tantas prisas no están midiendo las consecuencias legales que deben corresponder a sus actos. ¿Se sentirán protegidos por el gobierno del Estado que controla a los Poderes Judicial y Legislativo? ¿Será que están haciendo lo que hacen para cumplir órdenes superiores? ¿Entenderá la alcaldesa lo que está impulsando y firmando?
TE PUEDE INTERESAR: Perfilan sancionar el monopolio de CFE; el caso deriva del proyecto Amistad IV en Piedras Negras
La transa de la semana pasada fue así. La alcaldesa y su cabildo aprobaron vender un terreno municipal en un millón de pesos a Supermercados Gutiérrez. Sucede que el valor comercial del predio se ubica entre seis y siete millones de pesos. No hay más que decir.
Despojar al Municipio de una propiedad pública para beneficiar a un privado es evidentemente ilegal. El predio en cuestión se localiza en una colonia que tiene muchas necesidades de diverso tipo, no un Supermercado Gutiérrez. Los siete millones de pesos que vale el predio, malbaratado por la alcaldesa saliente, bien aplicados en obras para esa colonia, serían de gran utilidad, pero eso sí, no redituarían ganancias fáciles para los corruptos.