México: ¿Qué propósitos de año nuevo sería razonable esperar de los políticos y gobernante?
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Para la señora Presidenta: busque y tome su propio carril y modos. De poco sirve mimetizarse en un AMLO 2.0... Su tarea debe trascender partidos, ideologías e intereses especiales
Empieza el año y muchos nos proponemos cambiar aquello en lo que fallamos o mejorar lo que hicimos correctamente. Todo mundo quiere empezar bien el año, con cambios en conducta o actitudes y con objetivos agresivos en lo personal, en lo familiar y en lo profesional. Aunque el porcentaje de bateo es muy bajo, y se reduce más al pasar los días y nos amoldamos al nuevo año, no está de más seguir intentando mejorar en la medida de lo posible y razonable, aunque sea solamente con la entrada de los años nuevos.
En las últimas semanas del año que termina y en la primera del nuevo, es frecuente que los contenidos de los espacios noticiosos y el análisis editorial se reduzcan a trivialidades o notas que en días “normales” no alcanzarían ni una mención en un diario de tercera. En estos días de calma, los medios se enfocan en magnificar accidentes carreteros (o aéreos), “analizar” el flujo de paisanos y paseantes en las carreteras nacionales, buscar alguna nota internacional escandalosa (el presidente francés y su novia era la nota en 2008; hoy es el “bromance” entre Trump y Elon Musk), en chismes de estrellas o accidentes con pirotecnia.
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Tal vez deberíamos cambiar el enfoque y procurar obtener de quienes dirigen al país compromisos acordes con los propósitos del nuevo año y, ahí sí, magnificar la nota y darle la relevancia que merece, buscando plasmar ideas y compromisos puntuales (aunque sean unos cuantos y simples) que puedan ser evaluados con el tiempo; después de todo, las autoridades y políticos que manejan presupuestos y programas de gobierno deberían vivir en una casa de cristal donde todos sus actos (e inacciones) sean transparentes para la población. Y no estoy pensando o proponiendo algo muy sofisticado. Podríamos incluso los ciudadanos transmitir nuestras inquietudes a las autoridades (de todos los niveles y órdenes de gobierno). En lo personal, me vienen a la mente “propósitos” como los siguientes para algunos de nuestros políticos.
Para los alcaldes: olvidarse de que la única responsabilidad del municipio es cobrar predial; demostrar su poder con permisos de construcción y multar al que va a 50 en zona de 40 km/h. El trabajo del alcalde debe ir más allá y tomar al toro por los cuernos en lo que se refiere a orden y limpieza, incluyendo la batalla frontal contra el grafiti y persecución y castigo a quien contamina el aire (no tolerar automóviles que contaminan ostensiblemente). Las leyes o reglamentos ya existen, es cosa de aplicarlos. Otra área de oportunidad al nivel municipal en todo el país es buscar la eficiencia de los presupuestos (que de por sí son escasos) reduciendo el gasto corriente (sobre todo en nóminas). Los municipios no pueden mantener aparatos burocráticos del tamaño que los hay hoy, mientras no despegue el desarrollo económico. Ah, y por favor, señores alcaldes, las calles llevan carriles pintados y no sólo imaginarios.
Para los gobernadores: procurar no culpar de todo lo malo que sucede en su estado a la Federación ni escudarse en la excusa de que el problema es un problema nacional. Para eso se les eligió gobernadores y para eso tienen presupuestos multimillonarios, para resolver problemas, no para lavarse las manos. También podríamos pedirles que dejen de futurear y no estén pensando en si son presidenciables o no; su chamba es de 6 años y deben cumplirla sin dudar. *Este punto se podría aplicar en lo general para todos los políticos que solamente están pensando en el siguiente hueso.
Para secretarios de estado y funcionarios de primer nivel: están ahí para servir a la gente, no para atender intereses de un partido o corriente política, mucho menos intereses particulares. Deben darse cuenta de que los monopolios dañan al país y pasar de un ambiente de complicidad a uno de intolerancia contra los monopolios. La burocracia nos ahoga, urge reducirla pronto y sin dudar. Simplificar, digitalizar, hacer la vida del ciudadano más sencilla.
Para el poder legislativo: podrían empezar por prometer que este año no se repartirán “excedentes” como si fueran billetes que se encontraron en una banqueta. Lo que hacen con el dinero público es un robo. Lo que es peor es que parece que ante las acciones de diputados y senadores estamos indefensos. Ellos son quienes deben representarnos y, sin embargo, parecen ser los más lejanos a los intereses de la gente. Con anuncios en radio y televisión no cambiarán nuestra opinión de ellos. Votando en bloque y sin leer las iniciativas NO cumplen con su función y razón de ser.
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Para la señora Presidenta: busque y tome su propio carril y modos. De poco sirve mimetizarse en un AMLO 2.0. Al mismo tiempo que no se deje envolver por los intereses y formas de siempre, esos que se supone quieren desterrar. Su tarea debe trascender partidos, ideologías e intereses especiales, así como costumbres anacrónicas. Seguimos esperando más y mejores resultados de la 4T.
**Esta columna fue publicada, casi sin cambios, en este espacio el 6 de enero de 2008. Fue adaptada ligeramente, pero parece que, a 16 años de distancia, los cambios experimentados han sido... de 360 grados.