Mirador 07/11/2025

Opinión
/ 7 noviembre 2025

El cielo saltillense brilló el martes una luna descomunal, una exageración o hipérbole de luna

Si no hubiera mujeres, luna, rosas y golondrinas difícilmente habría poetas.

Los liróforos siempre han abundado en mi ciudad. Se decía antes: “En Saltillo el que no es poeta hace cajeta”. La cajeta es lo que en otras partes se llama “ate”. De membrillo y perón se hace ese dulce, y de amor y desamor se han hecho los poemas en mi solar nativo, desde Manuel Acuña hasta el ignorado vate autor de una oda a Francisco Sarabia, el aviador, oda que hizo decir a los perversos críticos del bardo: “Está bien que hagas versos, pero no odas”. Dicho poema comenzaba así: “Iba Francisco Sarabia / volando sobre el Potomác / cuando de pronto ¡pac!”.

La otra noche debe haber habido entre mis paisanos una generosa cosecha de poemas, y quizá también de niños dentro de nueve meses. He aquí que en el cielo saltillense brilló el martes una luna descomunal, una exageración o hipérbole de luna. Parece ser que el romántico satélite estaba en su punto de mayor acercamiento a la Tierra, y eso lo hacía ver como si hubiera crecido o engordado.

Aun gorda o crecida demos gracias a la luna. Sin ella no habría poemas. Y, lo que es más importante, sin ella no habría noches de amor.

¡Hasta mañana!...

Escritor y Periodista mexicano nacido en Saltillo, Coahuila Su labor periodística se extiende a más de 150 diarios mexicanos, destacando Reforma, El Norte y Mural, donde publica sus columnas “Mirador”, “De política y cosas peores”.

COMENTARIOS