Mirador 12/07/2023
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El hombre está en una cárcel española.
Se encuentra ahí por culpas insignificantes. Pretendió ir a América a fin de empezar una nueva vida, pero no logró su intento.
En su estrecha celda, el hombre padece mal de tedio, él, que en otro tiempo fue soldado y combatió gloriosamente. Lo único que ve a más de sus recuerdos es el cuadro azul del cielo que se mira a través de la ventana en la pared de piedra. De vez en cuando un ave pasa, y su vuelo hace sentir al hombre pesadumbre por la perdida de libertad.
Pero algo tiene el prisionero que lo hace poder ir a otros mundos. Le ha sido permitido tener pluma y papel. Para atenuar su tedio decide narrar una pequeña historia; hacer un cuento de reducida dimensión a fin de entretenerse en algo. Toma una hoja; moja la pluma en el tintero y empieza a escribir.
“En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme...”.
¡Hasta mañana!...