Mirador 13/11/2024

Opinión
/ 13 noviembre 2024

En la cocina de la casa del Potrero se oye el rumor del agua que pasa por la acequia del solar. Es ésa una pequeña serenata nocturna tan melodiosa como la de Mozart, y además colmada de promesas: el año venidero habrá pan para el hombre y hierba para los animales.

-Diosito se ha portado bien –sentencia don Abundio, que en tiempo de sequía se hace ateo. Su mujer, doña Rosa, cuenta en la sobremesa uno de los sucesos de su esposo.

-En la Feria Ejidal organizó una carrera de burros. Y colocó un letrero: “En esta carrera participarán solamente los vecinos del Potrero”.

Todos celebramos con risas el dislate, menos don Abundio. Él se atufa y masculla enojado:

-Vieja habladora.

Doña Rosa figura con índice y pulgar el signo de la cruz, se lo lleva a los labios y jura:

-Por ésta.

¡Hasta mañana!...

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM