Mirador 21/11/2025
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20 noviembre 2025
Siento profunda antipatía por quienes dicen ser el número uno. Las más de las veces ni siquiera son el número dos
Llegó sin previo aviso y me dijo con aire de arrogancia:
–Soy el número uno.
Siento profunda antipatía por quienes dicen ser el número uno. Las más de las veces ni siquiera son el número dos. De alguno supe que ocupaba el penúltimo lugar, y aun así se creía el número uno. Le pregunté al recién llegado:
–¿En qué puedo servirle?
Me respondió, imperativo y altanero:
–Diga en sus artículos que soy el número uno.
–Tendrá que esperar –le dije–. Hay 5,194 números uno antes que usted. De todos debo decir que son el número uno. Eso tardará.
El número uno se atufó.
–¿Entonces no soy yo el número uno?
–Sí lo es –le contesté–. Pero es el número uno número 5,195.
Me dirigió una mirada furibunda y se marchó. Ahora hay solamente 5,194 números uno.
¡Hasta mañana!...