Mirador 3/11/2025
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Los años me han enseñado que a veces el orden de la naturaleza es un desorden
Este año el huerto de nogales no dio fruto. Por eso no hay en él niños ni palomas.
Me preocupan las ardillas que ahí viven, y he pedido que les lleven nueces de cosechas pasadas para que las encuentren y las guarden en previsión de un invierno prolongado. Alguien me dijo que al hacer eso atento contra el orden de la naturaleza, pero los años me han enseñado que a veces el orden de la naturaleza es un desorden.
Empiezan a amarillear las frondas de los árboles. El paisaje se vuelve color ámbar. El otoño es buen pintor, y cada día me regala un cuadro impresionista. Le digo a don Abundio, el cuidador del huerto, que en cada hoja que cae va un verso triste. Me dice él:
–Se está usted haciendo viejo, licenciado.
Respondo:
–Sí, gracias a Dios.
¡Hasta mañana!...