Morena Y Guadiana ¿replicarán en Coahuila el ‘caso Nuevo León’?

Entramos en la cuarta y última semana de precampañas rumbo a la jornada electoral del próximo 4 de junio. Algunas cosas van quedando claras en el camino y una de ellas es el desastre absoluto del morenismo coahuilense cuyo “precandidato único”, Armando Guadiana Tijerina, pareciera encaminarse a repetir la experiencia de Clara Luz Flores en Nuevo León.

Enfocados, sobre todo, en expulsar a quienes hoy son considerados “traidores”, las huestes del partido del presidente no le han sacado una sola gota de jugo a la precampañas, con todo y no estar recreando -al menos no en lo formal- una batalla interna para definir a quien aparecerá en la boleta de la elección de Gobernador.

Por un lado la dirigencia estatal, encabezada por Diego del Bosque, optó por dejar en manos de Mario Delgado todas las decisiones relevantes y asumir el papel de simples ejecutores de lo acordado en el centro. No es una mala estrategia en sí misma, pero eso es cierto solo cuando las condiciones son óptimas.

Por el otro, la cabeza nacional de dicho partido, instalada en el territorio de la arrogancia, calculó mal su habilidad para “disciplinar” a la disidencia interna e implementó una fórmula a cual más grosera para justificar la ausencia de un proceso de competencia interna -el cual probablemente les hubiera sido más útil- para luego desentenderse del problema.

Así, cuando las precampañas tocan a su fin, Morena llega a este punto con un “coordinador de campaña” ausente; peleándose en los tribunales con quienes apoyan al candidato de otro partido pero ocupan cargos en su dirigencia y consejo estatales y desgañítándose -obligados por las circunstancias- por aclararle al público ser “el único partido representante de la cuatroté” en Coahuila.

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Un análisis de la conversación digital, realizado por MW Group para VANGUARDIA, da buena cuenta del desorden morenista: Armando Guadiana, pese a ser quien de forma natural debería disputar el liderazgo de la contienda, es quien tiene los peores números en el desempeño en las redes.

No es un termómetro definitorio, ni un estudio cuyos resultados puedan sustituir a cualquier otro análisis, pero es un indicador valioso, sobre todo por el volumen de información usado y el período abarcado.

Y los números de Guadiana son terribles: apenas 2 mil 650 publicaciones en redes sociales lo mencionan, cuando Lenin Pérez (UDC) acumuló 3 mil 451, y ya ni hablar de las 42 mil 272 de Manolo Jiménez o las 191 mil 712 de Ricardo Mejía.

Pero no solo es eso, sino el hecho de ser el único precandidato con un mayor volumen de opiniones negativas, pues solo el 44 por ciento de las menciones analizadas son a su favor y el resto, 56 por ciento, reman en contra.

¿De dónde vienen los negativos de Guadiana? De acuerdo con el estudio, de la ausencia de una estrategia para contrarrestar las acusaciones enderezadas en su contra y según las cuales estaría siendo investigado por la Fiscalía General de la República como presunto responsable de hechos ilícitos.

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Es cierto: el Senador con licencia ha desmentido los señalamientos y a la fecha ninguna autoridad ha confirmado estarlo investigando ni ha desplegado acción alguna en su contra. Pero en la mente de las personas la semilla ha germinado y Guadiana y su equipo no han hecho nada para evitarlo.

Por otro lado, de acuerdo con la “encuesta de encuestas”, elaborada por PollsMX, las probabilidades de triunfo de Morena en Coahuila se achicaron en la semana y pasaron de estar prácticamente empatadas con las del PRI (49 por ciento a 47), a convertirse en un abismo, pues la coalición PAN-PRI-PRD tenía ayer 64 por ciento de probabilidad de ganar la elección contra solo 32 por ciento de Morena.

Y no se ve cómo vaya a mejorar el asunto, por lo cual cabe preguntarse con seriedad si la candidatura morenista coahuilense va camino a emular lo ocurrido con la de Nuevo león hace dos años: el desastre total.

@sibaja3

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