Netflix en México o “Emilia Pérez” vs “Roma”

Como bien se informó en estos espacios, el pasado jueves 20 de febrero el CEO de Netflix, Ted Sarandos, hizo acto de presencia en “La mañanera del pueblo” para anunciar una inversión millonaria en México.

Irónicamente esto se hace en medio de continuos jaloneos diplomáticos entre la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y el de Estados Unidos, Donald Trump, que han llevado a la mandataria azteca prácticamente a remitirse al “grito de guerra” en defensa de nuestra soberanía lo cual nos lleva a la duda razonable de si el acuerdo millonario para incentivar series y películas en territorio nacional dará a los mencionados “productores locales” a quienes van dirigidos esos apoyos económicos la autonomía suficiente para crear contenidos dignos en la tradición de la ganadora del Oscar a la Mejor Película Extranjera del 2018 que fue “Roma”, de Alfonso Cuarón,o todo lo contrario.

Esto debido a que, ante todo, Netflix es una empresa netamente hollywoodense, y si el mencionado Donald Trump anunció entre sus primeras ocurrencias al iniciar su segundo mandato que nombraba, entre otros, a Mel Gibson y Sylvester Stallone como sus “representantes” en la Meca del Cine, basta recordar “las ayudas” que estos dos le dieron a la imagen de nuestro país en películas como “Atrapen al gringo” (Adrian Grumberg, 2012) o la peorcita “Rambo 4” (Adrian Grumberg, 2019), esto sin contar que este año la mayor apuesta de Netflix para el Oscar este año (incluyendo, otra vez, por la de Mejor Película Extranjera) es la controvertida producción “Emilia Pérez”, de Jacques Audiard.

Dicho esto, y sin conocer los detalles tras bambalinas de este acuerdo, vale la pena recordar que, si México vivió una “Época de Oro” en cuanto a cantidad en las taquillas y calidad en los contenidos en los años oscuros de la proliferación del nazismo en Europa la segunda mitad de la década de los 30 fue en gran parte por la autonomía TOTAL que tuvimos de los Estados Unidos, ya que en lo que los vecinos del norte dieron prioridad a su industria bélica por encima de la hollywoodense al entrar de lleno a la Segunda Guerra Mundial nuestro país se la dio a nuestra industria audiovisual con la única condición de exaltar nuestro nacionalismo e integrarse al cine a la canasta básica de sus habitantes.

Así fue como muchos cineastas mexicanos como el coahuilense Emilio “Indio” Fernández; los regiomontanos Alejandro Galindo y Rogelio A. González o el duranguense Julio Bracho, entre otros más, dieron identidad a un Séptimo Arte nacional que todavía se admira y aplaude tanto en México como el extranjero, cómo se nos puede asegurar que a cambio de recibir los mencionados apoyos económicos se comprometan los cineastas a bailar al son de “Roma”, o bien al de “Emilia Pérez”.

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