Piedras Negras: Inicia una nueva historia tras 95 años del PRI
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El movimiento que encabeza Jacobo Rodríguez, primer presidente municipal no priista de la historia municipal, es tan complejo y plural como la sociedad misma
En 1929, Andrés Garza asumió la presidencia municipal de Piedras Negras. En México daba comienzo un régimen recién nacido como resultado de la convulsión social que hemos dado en llamar Revolución Mexicana. Tras dieciocho años de guerra civil, ese régimen se aglutinó en un partido político que gobernó en Piedras Negras hasta el 31 de diciembre de 2024. Fueron noventa y cinco años de gobiernos emanados del PRI. Por cierto, los mismos que lleva en Coahuila.
Sacar al PRI de la alcaldía no fue tarea fácil; muchos lo intentamos. Vivimos fraudes, robos, muchas derrotas y algunos triunfos arrebatados mediante variadas triquiñuelas. Algunos intentos, sin duda, estuvieron más cerca de conseguirlo que otros. En cada década y cada generación se asomaba una posibilidad de cambio. Pero esas esperanzas eran rápidamente asfixiadas por el pragmatismo cínico, la corrupción, el boicot, el auto boicot o el derrotismo.
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Piedras Negras, con sus peculiaridades culturales, es semejante al resto del país. Se trata hoy de una sociedad plural y diversa. Poco a poco fue creciendo su población y hoy, con más de 200 mil habitantes, dejó de ser un pueblo controlado por unas cuantas familias.
El movimiento político y social que encabeza Jacobo Rodríguez, primer presidente municipal no priista de la historia municipal, es tan complejo y plural como la sociedad misma, quizá por eso ganó. Se trata de un movimiento muy diverso. Participan en éste expanistas, expriistas, experredistas, petistas, morenistas y muchas personas sin militancia partidista. La pluralidad ideológica es enorme. También hay católicos, muchos cristianos de diferentes denominaciones y personas que no profesan religión alguna. También encontramos empresarios y profesionistas, prestadores de servicio, trabajadores, maestros y muchos más. Por cierto, hay muchas mujeres al frente de una sociedad que fue muy machista. Aquí radica su triunfo, aquí radica su fuerza, pero también sus principales retos.
Al igual que la sociedad en general, ponerse de acuerdo en el rumbo y prioridades del municipio es harto complejo. Hay asuntos en los que el equipo está de acuerdo, hay otros en que disienten, mucho o poco. El equipo de gobierno del alcalde de Piedras Negras es una gran licuadora que se mezcla gracias al deseo de cambio democrático y de servicio a la sociedad. No había otra forma de ganar, por eso se logró el triunfo.
En un equipo tan diverso y plural, sólo se logra salir adelante con una dosis de liderazgo y con mucho trabajo, para que la intriga y el encono no tengan tiempo de hacer de las suyas. A fin de cuentas, chamba mata grilla. Sin duda es muy pronto para cantar victoria, pero como ciudadano soy testigo de la gran energía que mueve al alcalde y a todo su equipo. La base del mismo es muy joven, por lo que les sobra energía. Trabajan de sol a sol los siete días de la semana y empezaron con mucho entusiasmo.
En Jacobo hay liderazgo, en él y en su equipo hay mucha chamba. No es fácil ser un gobierno que hace historia en un proceso de cambio democrático. La expectativa ciudadana es enorme y las críticas están más que listas para arrancar. Los opositores empezaron a atacar antes de que asumieran su encargo. El trabajo visible, activo y bien comunicado, genera confianza ciudadana. Aún hay mucho por hacer, pero en Piedras Negras se arrancó con el pie derecho.