Ahí viene una elección de Estado. Cortesía de los “siervos de la Nación”
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Atados a los tiempos electorales, los partidos políticos están a la espera de iniciar sus pre y campañas para las históricas elecciones del próximo año, en que serán votados 21,368 puestos de elección popular.
Les platico: Quienes no se atienen a los plazos impuestos por el INE, son los más de 20,000 elementos -todos muy bien pagados- que conforman la organización “siervos de la Nación”, creada el 27 de agosto de 2018, apenas concluyeron las elecciones que llevaron a López Obrador a la Presidencia.
Es una estructura electoral disfrazada de uno de los programas de beneficio social, arropada por la Secretaría del Bienestar, que comanda Javier May Rodríguez, identificado como de los incondicionales de AMLO.
Tiene dos propósitos clave: Replicar y difundir la propaganda ideológica del presidente y consolidar una clientela política electoral para utilizarla en las elecciones de 2021 y 2024.
Tienen gastos de operación por más de $700 millones al año para que los activistas se muevan por todo el territorio nacional sin contratiempos y con una velocidad de reacción digna de una guerra de guerrillas.
El mero mero de esta estructura es el ex secretario de organización de Morena, Gabriel García Hernández, quien con los hijos del presidente se encargó de organizar las fuerzas territoriales que les dieron el triunfo a López Obrador.
García Hernández está en la nómina del gobierno federal con el puesto de coordinador de programas para el desarrollo.
Solo obedecen al presidente a través de 276 coordinadores regionales, coordinados por los 32 “super delegados” que operan en todas las entidades del País.
Los principales mandos de esta red de activistas políticos fueron candidatos y dirigentes locales de Morena o representantes electorales regionales, distritales o municipales o representantes de casilla del partido en el poder en las elecciones de 2018.
Los “soldados rasos” de los “siervos” ganan $10,217 pesos mensuales, con la promesa de duplicar sus ingresos en abril próximo, apenas arranquen las campañas electorales.
Los coordinadores regionales, $73,500 de sueldo mensual y los “súper delegados” $122,512 de sueldo bruto.
Los “siervos” fueron creados con el supuesto propósito de asegurar que los recursos del gobierno federal lleguen directamente a manos de los tan llevados y traídos “pobres”, el estandarte del demagógico mensaje presidencial.
Operan con tanta fuerza que se equipara a un partido político, pero como no lo es, está por encima de las restricciones del INE y los tribunales electorales.
Y mientras el PRI, PAN, PRD y los otros grupúsculos satélites que gravitan alrededor de la órbita de los partidos “grandes” están amarrados a los tiempos, leyes y formas electorales, los “siervos” se mueven libremente por todo el territorio nacional armando el andamiaje de lo que va a ser el año próximo la más descarada “elección de Estado” en la historia de México.
Se trata de una estructura piramidal con gente en todas las entidades del País y que en realidad tiene metas abiertamente electorales, con un ejército de jóvenes que fueron adiestrados para ese fin en las votaciones de 2015 y 2018.
Estos “soldados-siervos” fueron y siguen siendo reclutados con el señuelo de servir a la Patria y obedecen a las cabezas de la organización, a cambio de sueldos que ya los quisieran millones de desempleados.
CAJÓN DE SASTRE
“Con todo esto, ya no es necesario que Morena se empecine en meter con calzador al INE, al ajonjolí de todos los moles, el insufrible John Ackerman. Se están yendo por la libre sin respetar los tiempos, las leyes ni los presupuestos electorales”, expresa la irreverente de mi Gaby.
placido@detona.com
Plácido Garza