¡Do-ma-mes! (Parte 3)

Politicón
/ 10 octubre 2020

¿Eso dijo Carlos Urzúa, del gobierno de López Obrador?

¿En qué nos quedamos ayer? Ah, sí, en que después de tumbarle al gobierno los gastos programables y los no programables, de los $6.3 billones de su presupuestos de egresos nomás le va a quedar un billón para el delicadísimo y prioritario rubro de inversión pública.

(PARTE 1)

https://detona.com/articulo/do-ma-mes-parte-1?fbclid=IwAR3owdVIUWqwDCoP03emoiVR6SLt73UEgZUBOrpgtelU1XggAyeXF8Sh4p8

https://www.sdpnoticias.com/columnas/do-ma-mes-parte-1-eso-dijo-carlos-urzua-del-gobierno-de-lopez-obrador.html

(PARTE 2)

https://detona.com/articulo/do-ma-mes-parte-2

https://www.sdpnoticias.com/columnas/irreverencia-do-ma-mes-parte-2.html

 

Les platico lo que nos siguió diciendo el “martillo de la 4T”, Carlos Urzúa:

Solo el 16% del presupuesto anual del gobierno federal de destina a obras y servicios públicos: infraestructura, carreteras, puertos y demás.

Los números reales para este rubro en el 2021 andan por los $700,000 millones, menos del 3% del PIB.

Hay una especie de standard mundial que establece como óptimo, que los países destinen el 5% del PIB a inversión pública.

Hace unos días se anunciaron unas inversiones público privadas que son lo que técnicamente se conoce como “desdoblamientos”.

Un ejemplo de esto es el caso de una empresa que construyó y tiene la concesión de un tramo carretero entre León y Celaya y ahora se le permitirá que la prolongue hasta Querétaro.

Inversiones de este tipo fueron las que mayormente fueron anunciadas por representantes de la IP y del gobierno.

Hay otras que también fueron anunciadas pero que solo sonaron muy bonito, porque se va a necesitar mucho tiempo para que se lleven a cabo el próximo año, como el tren que correrá de la CDMX a Querétaro.

El total de lo que se anunció apenas llega a $300,000 millones.

En estos momentos, el PIB nominal mexicano anda por los $24 billones de pesos.

Otro dato: Un país que esté desarrollando su economía debe tener una inversión privada del 20% del PIB. En México anda apenas por el 1% y como ya dije, una inversión pública del 5%, cuando en nuestro País es del 3%, para que en conjunto -privados y gobierno- inviertan un muy razonable 25% del PIB.

Esto pinta un panorama tétrico. Se anticipa una debacle de la economía mexicana, a los mismos niveles que caerá la de España. Desplomes del 10% en el PIB forman parte de esta categoría de países.

LOS ERRORES DEL GOBIERNO.

El primero y más grave fue antes de que AMLO iniciara su gestión. En octubre de 2018 decidió como presidente electo, convocar a una consulta popular acerca de si debería seguir haciéndose el proyecto del nuevo aeropuerto en el Lago de Texcoco.

Legalmente no tenía ningún sentido hacer esa consulta y como resultado de ella, anuncia que apenas asuma el poder suspenderá la construcción de tal aeropuerto, que en términos de funcionalidad y estéticos iba a ser uno de los más importantes del mundo.

Grave porque ya se tenían invertidos ahí más de $100,000 millones y que debido a esa “decisión popular” se tiraron a la basura.

Ese aeropuerto era un proyecto muy necesario para el desarrollo del centro del País. El actual aeropuerto ya no da para más.

Y lo que se dice de que se puede distribuir la demanda aeronáutica entre el actual aeropuerto y l que se construye en Santa Lucía, es muy debatible, porque éste segundo está lejos de la CDMX y es más bien para carga.

Al cancelar el nuevo aeropuerto de Texcoco, AMLO le dio en la madre a un proyecto completo que ya se tenía para crear lo que se conoce como una “ciudad aeropuerto”, que DETONARÍA un desarrollo económico muy importante alrededor de dicha obra.

Otro error fue la política energética que sigue este gobierno, porque está echando para atrás lo que ya se tenía incluso en contratos, que era la participación de empresas extranjeras en la exploración petrolera en áreas someras y profundas.

Incluso Pemex no tiene capacidad para hacerlo y las compañías internacionales ya estaban listas para entrarle. Se han respetado los contratos vigentes -unos pocos- pero se cancelaron muchísimos más.

Uno más es la oposición de la CFE a la participación de la IP en la generación de energía eléctrica, porque Bartlett y sus secuaces convencieron a AMLO de que es injusto que los privados usen las líneas públicas de transmisión.

Además, la oferta de generación por parte de la IP es de energía limpia eólica, solar y geotérmica, a diferencia de la que produce la CFE a través del carbón de los fundos mineros del senador morenista Armando Guadiana en Coahuila.

También un error grave es la construcción de la refinería Dos Bocas, pues en todo el mundo el gas está sustituyendo al petróleo. Todo esto desalienta al sector privado, de ahí que anden tan rezagados al respecto.

POLÍTICA FISCAL EXPANSIVA Y NO SOMOS DINAMARCA.

Debe servir para ayudar a promover el empleo FORMAL. Antes de la pandemia había 20 millones de afiliados al IMSS. Cuando las empresas empiezan a cerrar, tiene sentido reducir las plantillas laborales, y el gobierno debe ayudarlos pagando las contribuciones de seguridad social durante algunos meses para aligerar la carga fiscal de los patrones.

Y no somos Dinamarca, donde durante el tiempo que lleva la pandemia, el costo de la nómina de las empresas privadas lo está pagando el gobierno.

Es moralmente reprobable que debido a todo lo anterior, este año hay en México 10 millones de nuevos pobres y contrario a lo que dicen los del gobierno republicano, de que ésta crisis será como una V -de caída y recuperación rápidas- en realidad va a ser como una U, con un piso muy prolongado o más bien, tendrá la forma de una raíz cuadrada (cae muy rápido, quizá haya una recuperación pero luego vendrá un status quo muy prolongado debajo de lo ideal.

CAJÓN DE SASTRE

“En la madre”, expresa la irreverente de mi Gaby.

placido@detona.com

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