El emperador de todos los males
COMPARTIR
TEMAS
El relato es de Siddhartha Mukherjee, médico oncólogo egresado de Harvard con especialidad en Oxford y autor del libro “El emperador de todos los males: una biografía del cáncer”. Mukherjee relata que 2 mil 600 años antes de la llegada de Jesús a la tierra, Imhotep –fundador de la medicina egipcia– dio un diagnóstico sobre el cáncer: no hay tratamiento.
Del mismo modo revela que Atosa –reina de Persia entre los años 550-475 A. C.– ordenó a uno de sus esclavos le extirpara un pecho pues sin saberlo padecía un cáncer que la consumía en vida. 4 mil 600 años después sabemos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que el cáncer es la segunda causa de muerte a nivel mundial con 8.8 millones de muertos por año; que los cinco tipos de cáncer más frecuentes son de pulmón –70 por ciento de afectados fallecen–, mama, colon, próstata y estómago.
Que en México, según estadísticas del año 2015, hubo un total de 93 mil 94 muertes por cáncer, siendo la tercera causa de muerte en el país. Que el cáncer colorrectal ha tenido el mayor crecimiento en el número de decesos al pasar de 2 mil 295 fallecimientos en 1990 a 7 mil 486 en 2015, un aumento de 226 por ciento. En tanto, el cáncer de mama es el más común entre las mujeres y el más mortal, con poco más de siete mil muertes registradas el año pasado, lo que representa un aumento de 155 por ciento respecto a 1990.
Hace 47 años, en 1971, Richard Nixon presidente de Estados Unidos le declaró la guerra al cáncer. Esta gesta, considerada heroica, asemejaba a grandes epopeyas de la ciencia como el viaje a la luna o la vacuna contra la polio. Ya encarrerado, Nixon ofreció que en la década de los ochenta la enfermedad sería detenida, pero la ciencia no ha estado ni siquiera cerca de descifrarla.
Así ha sido que obsesionados por encontrar la cura nos hemos opuesto –quizás sin darnos cuenta– a que el hecho de prevenir sigue siendo la clave. Buena parte de la comunidad científica dice que para ganar esta guerra debemos modificar factores de riesgo y hacer cambios en nuestro estilo de vida: evitar el tabaco, hacer una dieta rica en frutas y verduras y baja en grasas, practicar el ejercicio físico, cubrir la piel con cremas protectoras y conocer las sustancias cancerígenas que existen a nuestro alrededor; son solo algunas de las acciones a las que se añade la tarea de prevención especial, como indispensable es para las mujeres practicarse la mamografía y el papanicolaou.
Pragmática, mi abuela materna solía decir que la matriz sólo da dos cosas: hijos y cáncer. Lo supo por experiencia directa pues su hermana murió a los 41 años de cáncer, dejando cuatro hijos, el más pequeño de mis primos aún de brazos. Para los hombres es obligado el examen de la próstata.
“El emperador de todos los males” es un libro que aborda una enfermedad que va más allá del aspecto estrictamente médico. El cáncer llega y trastorna nuestra vida social, económica y, por supuesto, la familiar. Con frecuencia quien lo sufre lidia con daños psicológicos, pierde el empleo, deja la escuela y algunas veces siente vergüenza por tenerlo, incluso llega a atravesar por sentimientos de inutilidad que lo hace perder la autoestima. Este proceso termina produciendo una crisis tan difícil de superar como el cáncer mismo.
Mukherjee disecciona al cáncer en su libro y lo trata como uno de los problemas más graves que enfrenta la humanidad que, empeñada en combatir los efectos y no los causas, deja como siempre al último las medidas preventivas que pueden evitar esta enfermedad.
Todos hemos tenido experiencias cercanas y devastadoras con esta implacable mal. Todos tenemos familiares o amigos que han fallecido por este motivo. No podemos excusarnos más en la falta de información, ignorar sus riesgos provoca que millones de personas mueran cada año innecesariamente.
El domingo pasado la parafernalia del Super Bowl opacó en mucho que ese mismo día se celebró el “Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer”, una fecha que nos da la oportunidad de reflexionar y ofrecer nuestra solidaridad a quienes lo padecen y recordar que la prevención es, por ahora, la mejor posibilidad de algún día intentar derrocar a “El emperador de todos los males”.
@marcosduranf