El Saltillo ‘de’ Isidro como modelo de cambio: ni modélico ni cambio

Politicón
/ 11 diciembre 2016
true

El pasado lunes, el alcalde de Saltillo, Isidro López, presentó su Tercer Informe de Gobierno que, ante la falta de resultados tangibles, se resume con tres frases machaconas y evidentemente propagandísticas: “Saltillo es el cambio”, “Saltillo sí puede”, “Isidro ‘Chilo’ López es el cambio”.

Más allá de la publicidad que lo incluye a él en una fotografía de brazos cruzados y con su mejor expresión de ternura, ni siquiera podemos afirmar –como dan a entender las publicaciones– que la administración 2014-2017 tiene un sello característico para tomarlo como modelo a desarrollar en Coahuila. Y si lo tiene, es la simulación. La Presidencia Municipal de la simulación.

El documento referido consta de 90 cuartillas (20 de las cuales ocupan sólo fotografías). En cambio el de Torreón, única ciudad de Coahuila con la cual se puede cotejar la capital, consta de 276 páginas. Es decir, aventaja tres a uno en tamaño, sin entrar al fondo de las comparaciones por contenido.

Hay tan poco que presumir en el Tercer Informe de Isidro López que, por lapsos, se vuelve un reporte kafkiano. Me explico.

En el resumen anual destaca que 74 mil 600 personas se han inscrito a “eventos pedestres” en tres años (es decir, engloba todo el trienio para que parezcan más), o que 29 mil 700 poemas han sido entregados (aquí no especifican en cuanto tiempo) con el programa “La poesía viaja en combi”.

También impartieron pláticas de educación ambiental a 34 mil 240 habitantes, registran que 23 mil 220 ciudadanos usan parquímetros al mes y 85 mil 072 saltillenses son atendidos al “ordenar eventos sociales que se realicen en salones privados”.

Lo anterior trasluce una necesidad mal entendida de aportar números –los que sean, como sean– a la opinión pública. La creencia de que las cifras dan credibilidad, y que un par de datos hacen estadística.

A nada estuvo el Edil de informar que de los 365 días del año, 210 fueron soleados y 155 nublados. ¡Pero hey!, “con Isidro estamos mejor porque Saltillo es el cambio”.

Esa dinámica de rendir cuentas, para dimensionar, equivale a contar cuántas personas han caminado por el Centro Histórico durante 2016, y luego entregar esa cifra al final del año como un logro administrativo. Ojo.

Por otro lado, dan a conocer que “han sido recolectadas mil 803 mochilas, donadas por escuelas privadas y sociedad en general para entregarse a niños y niñas en situación de pobreza y vulnerabilidad”, o que “a través del programa ‘Dando y dando’ la ciudadanía participa con donaciones diversas como alimentos, pañales, aparatos ortopédicos, ropa”.

Ejemplos como ésos, que se repiten a lo largo del manuscrito, ponen al Gobierno Municipal en una posición de intermediarios. Y no habría inconveniente, de no ser porque actividades de tal naturaleza ya las realizan las ONG, y no necesitan ser financiadas con recursos públicos para hacerlo.

Párrafos más adelante contabilizan la basura que recibe el relleno sanitario, los litros de agua residual tratados y, no es broma, las inhumaciones llevadas a cabo en los panteones municipales.

Cortita y al pie
“Durante el mes de septiembre 75 mil mariposas monarcas cruzaron Saltillo en su ruta hacia el Santuario de Michoacán, provenientes de Canadá. La Policía Municipal estuvo pendiente que no tuvieran contratiempos en su paso por la ciudad”.

Ese párrafo que acabo de inventar con fines ilustrativos resume lo que presentó Isidro López como Informe, pero también los tres años de administración municipal. Por ello su bandera: “no hice nada pero soy honesto”, es insuficiente para gobernar un Estado complejo como Coahuila. Se necesita más que eso.

Por lo demás, tan honesto es que para promocionarse políticamente crea percepciones artificiales, como cuentas falsas en redes sociales, o revistas fantasmas que lo “impulsan”.

¿Así estamos entendiendo la democracia en Coahuila?, la oposición pretende sacar a los simuladores del poder, ¿con otro simulador?

La última y nos vamos
“Pero es de Saltillo”, argumentarán algunos, autocomplacientes, en un afán de ponderar su acta de nacimiento por encima de todo. ¿En verdad importan esos regionalismos en un mundo más globalizado que nunca?

Los Moreira también son de Saltillo. Y mire lo que pasó.

@luiscarlosplata

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM