Época de compartir

Politicón
/ 19 diciembre 2015

ESTIMADA ANA:

Es bien común ver en estas fechas que muchos grupos de jóvenes, sobre todo, acuden a algunas comunidades a llevar juguetes, ropa, cobijas o alimentos a los más necesitados. Últimamente he visto mucho en redes sociales como en las Iglesias se organizan y llevan a los niños y jóvenes a compartir algunas horas con los demás.

 Como madre de familia, me da mucho gusto que haya personas que durante años se han interesado en organizar grupos y lograr esos objetivos, acercarse a la gente que nos necesita, niños y adultos que no gozan de las mismas oportunidades –económicamente hablando- que muchos de nosotros.

 Y es que en estos tiempos, en los que los niños y jóvenes destinan muchas horas a los videojuegos o celulares, que reciben tantos y tantos regalos no solo en Navidad, sino en el resto del año, llevarlos a una actividad así, sin duda los hace reflexionar sobre lo que tienen en su casa, valoran el tener una cama cómoda, un carro para ir a la escuela y agua caliente en la regadera.
 Pienso que al menos una vez en su vida, todos los niños y jóvenes deberían vivir una experiencia de este tipo, que sin duda les dejará una gran lección en su corazón.

 Pero, igual o quizá más importante es que nuestros niños y jóvenes, de la misma manera en que conviven y comparten con los demás, lo hagan con sus propios primos, sean amorosos con sus padres y abuelos, cordiales con sus tíos, pacientes con sus hermanos más pequeños, sepan ser buenos amigos, por ejemplo.

 Y por supuesto que estoy de acuerdo en que vayan y compartan, pero para que el propósito realmente se cumpla en los niños, nuestra labor como padres es tener una continuidad en nuestra casa, fomentar los valores, que no pierdan esa esencia y esas ganas de ayudar desinteresadamente, que sean compartidos, que no peleen, que sean cariñosos entre ellos y todo eso, es una responsabilidad por completo de nosotros.

 Si  solo van por una semana, tres o un día y el resto del año no hay esa congruencia, ese espíritu de servicio, esa cordialidad, esa entrega… entonces algo estamos haciendo mal, ¿no cree? Es importante que los niños tengan sobre todo, el ejemplo de sus padres, que seamos nosotros quienes los guiemos por ese camino, por el camino del servicio, de la humildad y la entrega. Saludos cordiales,
Leticia.
 
ESTIMADA LETICIA:

Es muy cierto lo que nos comentas, de nada o muy poco serviría si solo hacemos esas obras para salir en la foto de Facebook, para que los demás digan que fuiste a ayudar y compartir con los más necesitados, si en casa ocurre lo contrario.
 Gracias por tomarse el tiempo de escribirnos y darnos su punto de vista en estas fechas tan importantes que se acercan. No debemos perder el rumbo del verdadero significado de la Navidad y preparar nuestro corazón haciendo buenas obras, estando en paz con todos aquellos que nos rodean y sobre todo, compartiendo buenos momentos con los más necesitados, no solo de cosas materiales, sino de atención, cariño y amor, que muchas veces están más cerca de nosotros de lo que pensamos.

ANA
 

Todos tenemos problemas. ¿Cuál es el suyo?  

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ANA APARTADO 500 o BOULEVARD V. CARRANZA 

y CHIAPAS, SALTILLO, COAH. 

También puede hacerlo vía internet: ana@vanguardia.com.mx

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