Hija de saltillense manda carta a Donald Trump

Politicón
/ 13 noviembre 2016

Señor Donald J. Trump
Presidente Electo de los Estados Unidos de América

Señor Presidente Electo Trump,

Escribo esta carta para expresar mis sentimientos respecto a la noticia de su elección. Soy una mujer con doble ciudadanía, mexicana y americana, de 17 años. Nací en Connecticut de padres mexicanos y viví los primeros nueve años de mi vida en México. En cuarto de primaria, mi familia y yo nos mudamos a los Estados Unidos debido a la globalización de la empresa de mi padre. Ahora voy a una preparatoria católica, en la cual la mayoría de los estudiantes y maestros lo apoyaron a usted como su candidato Republicano. Sin embargo, como una mujer méxico-americana, sentí personalmente, y de una forma distinta a la mayoría de los miembros de mi escuela, las palabras que resonaron a través de su campaña. A pesar de que no pude votar, la discusión política fue para mí un tema muy relevante estos últimos meses y me gustaría comentar acerca del significado de las palabras que usted usó en su campaña electoral.
Primero y ante todo, quiero felicitarlo por su éxito y desearle un gran mandato presidencial lleno de paz, estabilidad económica, unidad social y cooperación global. Aunque deseo que usted tenga éxito, creo que es importante expresar y hablar sobre las preocupaciones mostradas por millones durante su campaña.

Me gustaría hablar a título propio y por latinos, mujeres, musulmanes, afroamericanos y ojalá también por la mayoría de los republicanos y demócratas moderados, incluyendo a niños y adolescentes.

En la víspera de su ascensión a la presidencia, es imperativo que los Estados Unidos estén realmente unidos, como estoy segura que ha escuchado repetitivamente estos últimos días. Sin embargo, para lograr llegar a esta meta, el país debe ser guiado por un hombre que respeta y apoya a toda su gente, independientemente de su raza, sexo o religión. Lo que preocupa a millones de americanos, es que usted no pueda ser ese hombre. Desafortunadamente, no tengo confianza en la sinceridad de sus disculpas sobre los comentarios ofensivos que hizo durante su campaña. Adicionalmente, me preocupa que aunque probablemente usted no crea realmente lo que ha dicho, usted ha incitado en millones un aura de odio hacia todos los que son diferentes. El apoyo que ha recibido de gente que defiende estas palabras de odio dirigidas a varios grupos es preocupante, no sólo para ciudadanos de Estados Unidos, sino también para millones a través del mundo. No sólo ha promovido este odio, sino también ha creado un miedo que las minorías apenas habían empezado a olvidar. En este país de inmigrantes usted será responsable, como Presidente, de cuidar y proteger a todos. Su postura sobre políticas que detendrán inmigración musulmana, sus referencias de que los mexicanos indocumentados son violadores y asesinos, el haber presumido sobre asalto sexual y después minimizarlo sólo como “locker-room talk”, hacen que ahora usted deba pensar en cómo convencer a los ciudadanos que ha cometido un gran error. Espero se dé cuenta que verdaderamente ha cometido un error. El tema ya no es sobre defenderse a usted mismo comprobando que Hillary Clinton es peor. Es sobre usted y aquéllos que lo apoyan incondicionalmente, que han demostrado que el racismo y odio sigue siendo común en este país.

Espero sinceramente que sus comentarios fuera de lugar no definan quién es usted en realidad. La moral del Presidente debe apuntar en la dirección correcta para poder incentivar a todos los que viven bajo su liderazgo a seguir su ejemplo. Muchos americanos están indignados y asustados. Y no sólo por muchas de sus políticas, sino también por la cantidad de apoyo que ha recibido por este ambiente que su campaña electoral generó. Espero también poder hablar en nombre de todos los que votaron por usted a pesar de este ambiente de división. La unidad de su país debe de ser su primer objetivo. Debe comprobar poder ser digno de este cargo, un cargo que debe apoyar los orígenes de inmigración con los cuales fue fundado este país. Los Estados Unidos es un país de inmigrantes. No sólo aquéllos que llegaron de Europa en 1700, sino también aquéllos que siguen llegando a esta tierra de oportunidad; inmigrantes que todavía pueden sentir los rastros de la esclavitud, inmigrantes que han venido para ser parte de esta gran unión. El odio que ha instigado, ya sea a propósito o accidentalmente, se ha convertido en un problema que ahora tiene usted que reparar. Todos los americanos deben sentirse respetados por su Presidente y también por todos los miembros de sus comunidades. Sea usted el cambio que demanda el país. Sea usted el cambio que este país necesita. Unifique este país que se vuelve cada vez más dividido. Compruebe su respeto, estima y cariño por toda la gente: latinos, asiáticos, afroamericanos, blancos, musulmanes, mujeres y hombres. Están ahora todos bajo su cuidado. Como Presidente, usted ahora debe defender la libertad que demanda la Declaración de Independencia, la Constitución y sus enmiendas; defienda la libertad prometida por cada uno de los principios americanos. Demuestre que sus críticos están equivocados. Promueva la unidad que su campaña dañó. Cumpla su promesa de hacer de Estados Unidos un gran país. Sea el Presidente de todos los ciudadanos americanos, sea una brújula moral para todos los que admiran a su líder, sea un ejemplo de respeto, compruebe que es digno de tener este cargo y el poder que viene con el cargo. Demuestre esto a su país, con sus palabras y sus acciones. 

Si hubiera podido votar, mi voto no hubiera sido para usted. Creo firmemente que lo que este país necesita es un líder unificador. Cambie mi opinión sobre usted y sea ese líder. Gane mi voto y el voto de todos los que exigen mucho más de usted. Promueva el nuevo ambiente de seguridad y unidad que este país le demanda. Éste es mi reto para usted.

Sinceramente,
Regina De Nigris Turner.
 

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