Invirtamos la pirámide de la pobreza
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Bromeando, por supuesto, Jaume Perich, lúdico escritor español, ha explicado que la figura de las pirámides de antiguas civilizaciones, obedece a que, al paso del tiempo y el avance de las construcciones, los presupuestos se iban agotando. Desde 1998 los economistas Prahald y Hart utilizaron la misma imagen de la pirámide para describir algo mucho más serio: la pobreza. Aquí y ahora el reto de los mexicanos, en especial de los legisladores y las autoridades hacendarias, radica en utilizar el presupuesto de egresos de la federación, para ir atenuando el ángulo superior del citado triángulo, y avanzar para que algún día alcancemos el ideal de transformar esa figura geométrica en un cuadrado; esto es, en una sociedad plenamente igualitaria.
Con ese propósito, en la Cámara de Diputados hemos aprobado una Ley de Ingresos para el año entrante que contribuirá a generar estabilidad y certeza.
Complementariamente, en estos días habremos de aprobar un presupuesto de egresos de la federación, formulado a partir de estimaciones realistas, sobre la base de una política fiscal consistente y prudente. Una política de gasto público para alcanzar el gran objetivo de reducir el gasto, al tiempo de incrementar la inversión; esto es, disminuir los recursos que se destinan a servicios personales y de operación del Gobierno de la República y destinar más para los que menos tienen, a través de los programas que han demostrado mayor efectividad al disminuir la pobreza, de acuerdo con el Coneval.
Aunado a lo anterior, nuestro gobierno no contratará más deuda y disminuirá el costo de la actual, a efecto de garantizar finanzas públicas responsables que contribuyan a la estabilidad económica que es tan necesaria para la reconstrucción de las zonas recientemente devastadas por fenómenos de la naturaleza.
Buscamos cuatro objetivos importantes para el país, priorizar la inversión productiva y en infraestructura estratégica; fortalecer la seguridad nacional y la seguridad pública; respaldar y acelerar la implementación de las reformas transformadoras que beneficiarán a todos; y, vale la pena subrayarlo, disminuir las carencias sociales al aumentar el número de personas que accedan al ejercicio pleno de sus derechos sociales.
Como se advierte, queremos que el presupuesto de egresos, el dinero que es de todos, a todos beneficie y ayude a invertir la pirámide de la pobreza. Que crezcan los recursos a efecto de generar mayor bienestar para las familias mexicanas, a través de una política económica que preserve la estabilidad, detone la productividad y genere igualdad de oportunidades. Así gobierna el presidente Enrique Peña Nieto.
Líder de los diputados federales del PRI
@CCQ_PRI