La realidad social y política de las migraciones en México, en el contexto actual

Las desigualdades económicas y la violencia generalizada en algunos países son las causas más importantes por las que se han dado las migraciones en el mundo. Centroamérica es el mejor ejemplo. Por tanto, nadie que busque mejorar sus condiciones de vida y autorrealizarse como persona, porque en sus países de origen se les ha negado la oportunidad, lo hace por gusto. No sé es migrante por oficio, sino por necesidad.

Hay un derecho a migrar garantizado por la Declaración Universal de los Derechos Humanos en el Artículo 13 que afirma: toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de cada Estado incluso del propio y a regresar a su país; y en México el Artículo 11 Constitucional lo avala. Lo digo por si le resultaba complicado entender el tema de las caravanas y los migrantes, que en estos tiempos se ha convertido en parte del escenario cotidiano de nuestras ciudades.

Sin duda el contexto es complejo. Un gobierno norteamericano que prioriza el tema de la seguridad nacional por encima del concepto dignidad humana, con un presidente declarado partidario de la hegemonía blanca, que sigue instrumentalizando a los migrantes como capital político en una sociedad de binarios donde el discurso hetero-patriarcal-neoliberal marca la pauta. Sin lugar a duda business vs. bio.

Eso y un gobierno mexicano que se ha convertido en una agencia migratoria de Estados Unidos donde el doble discurso está a la orden del día. Defiende a los migrantes por un lado y por el otro el Instituto Nacional de Migración utiliza fuerza coercitiva para repatriar, contener y ofrecer trabajo a quienes quieren utilizar el principio de autonomía para determinar rumbo y sentido a su vida. Mientras tanto estén en entredicho los principios de beneficencia y autonomía moral.

En el fondo, probablemente el mismo gobierno no ha visualizado que hacer una propuesta para impedir a los migrantes mexicanos y centroamericanos la concretización de sus sueños requiere de un cambio en el sistema político, económico, social y migratorio. Pero de manera prioritaria poner como marco de referencia el tema de los derechos humanos.

Menudo trabajo tenemos quienes nos dedicamos a la reconstrucción del tejido social en el tema de la concientización de los derechos de los migrantes y, en este caso, para quienes se dedican en cuerpo y alma a trabajar por la dignificación de los migrantes. Se trata de buscar rutas para poder hacer intersección entre una política migratoria agresiva en la práctica y compasiva en la teoría, independientemente de las exigencias del gobierno norteamericano; con una idea apegada al concepto de dignidad y de los derechos humanos que haga a un lado las ideas discriminatorias y xenofóbicas que, por razones del modelo económico, una buena parte de la población ahora presenta.

Para ayudarnos a reflexionar sobre el tema este próximo 14 de octubre estará Alejandro Solalinde, a las 12 del mediodía en la Sala A de Cintermex en la Feria Internacional del Libro de Monterrey, quien abordará algunos de los temas que por aquí se han insinuado y por supuesto nos dará algunas rutas críticas para confrontar la crisis migratoria que ahora padecemos. La conferencia se llama así: “La realidad social y política de las migraciones en México, en el contexto actual”. Si quieren por ahí nos vemos.

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