Liderazgo Familiar Inteligencia emocional para ser felices
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Como papás, muchas veces nos preguntamos si estamos haciéndolo bien en esto de la felicidad (personal, familiar y hasta laboral). Vivimos muchas emociones individuales y colectivas a lo largo de un día, que nos llevan por muchos estados de ánimo y que a veces nos dejan estancados o sin energía para convivir o enfrentar retos. Si no hacemos nada, nuestra emocionalidad contagiará a los demás de aquello que sentimos. La buena noticia es que independientemente de nuestra personalidad, todos somos capaces de reponernos y crear buena energía cuando nos lo proponemos.
El chiste es darnos cuenta de nuestro estado emocional y luego, querer hacer algo al respecto (consciencia y voluntad).
Ya sea de manera presencial o en una videoconferencia nuestro comportamiento y actitud siempre contagian emociones. ¿Podrías distinguir qué estado de ánimo contagias tú a los grupos con los que convives? ¿Eres de las personas que activa alegría, ternura o enojo y angustia?
Una persona con liderazgo positivo y buen nivel de felicidad se distingue por:
Crear buen nivel de energía con quienes conversa. Expresar gratitud diariamente. Reconocer el esfuerzo de otros. Mantener la atención de los demás cuando habla. Expresar empatía cuando otro siente dolor o preocupación. Perdonar a otros por algún daño ocurrido. Disculparse verbal o con acciones si generó algún daño. Expresar agradecimiento y reconocimiento genuino. No negar problemas o retos, pero no atorarse en ellos.
Para ser más positivos es preciso vivir dos pasos: El primero, darnos cuenta cómo hablamos y reaccionamos con otros. El segundo, tener voluntad para hacer ajustes en nuestro comportamiento que pueden ser sencillos pero consistentes.
Para recuperar una buena relación, vivir más momentos de armonía en familia y abonarle a una mejor relación con el resto del mundo empecemos por mostrar interés a los que amamos, expresar gratitud por las cosas más sencillas y hacer del amor algo notorio en cada interacción.
No te guardes las sonrisas y las expresiones cálidas para otro momento. Hoy lo necesitamos mucho todos, ya sea de manera presencial o a distancia.
Cierro comentando que las personas cuando estamos felices nos enfermamos menos, y si lo hacemos nuestra recuperación es más pronto. Tarea: reforcemos nuestros vínculos de liderazgo positivo y ¡a cuidarnos todos!