Mirador 28/06/2021
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Malbéne, “teólogo sin demasiada teología”, según a sí mismo se describe, publicó un artículo en la revista Lumen al que puso por título “La alegría de Dios”.
En él afirma que los cristianos deben ser obligadamente alegres, pues no puede estar triste quien recibió el regalo de la redención. “Nuestro credo es de esperanza –dice- y la esperanza aleja la tristeza”. Añade: “¿Puede haber alegría mayor que la que da el haber recibido al Señor en tu casa? Los cristianos creemos que Dios se hizo hombre y vino aquí, a la tierra, a darnos la salvación. ¿Y vamos a estar tristes después de esa visita?”. Concluye: “Un cristiano triste no es un buen cristiano. La alegría es don divino; la desesperación es obra del demonio”.
A veces los textos de Malbéne son de difícil comprensión, pero éste me pareció muy claro. Lo relacioné con la sabida frase de Bernanos: “Todo es gracia”. Eso equivale a decir que todo es Dios. Y, como dice el maestro lovaniense, donde está Dios la tristeza no puede quitarle el sitio a la esperanza.
¡Hasta mañana!...