¿Niñas y niños bonitos o sexy?
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Esta semana escuché una conversación entre dos personas, una la decía a la otra que su hija se veía muy sexy con esa faldita. Era una niña entre 3 y 4 años de edad, la verdad bastante bonita. No es la primera vez que escuchó el adjetivo “sexy” para calificar a una niña o un niño. Debo decir que tal vez alguna vez como mamá lo he usado, sin darme cuenta probablemente.
La hipersexualización de las niñas y los niños no es un tema nuevo, pero sí es un asunto que debe empezar a ponerse en la agenda política y social de nuestro País.
¿Qué significa hipersexualización? Las niñas y los niños entre 3 y 6 años aprenden a socializar con los demás, a entenderse en sus entornos más próximos: la familia, la escuela, la Iglesia (cualquiera que sea la religión que practiquen) y el lugar donde viven. Socializar tiene que ver con los hábitos y las reglas de convivencia básica; desde cosas muy simples como saludar, agradecer, pedir por favor, despedirse y cómo vestirse.
Las niñas y los niños tienden a imitar y querer hacer lo que los adultos más cercanos. Por ejemplo, una niña si ve que su mamá se pinta las uñas y se maquilla, probablemente pida que le pinten las uñas y la maquillen con el tiempo. Un niño, si ve a su papá echarse loción, probablemente pida loción. ¿Hasta qué punto esto está bien o mal? Probablemente a los 5 años no esté mal, pero ¿qué pasa cuando tienen 8 ó 12 años?
Es una línea muy delgada, pero existe un límite. Hablemos de la relación entre hipersexualización y educación sexual, ésta última es mucho más que hablar de interrupciones voluntarias al embarazo o de infecciones genitales. Es aprender comunicación, habilidades sociales y autoestima. Formar niñas y niños sanos física y emocionalmente es un reto enorme y de todos.
No me malentiendan, yo soy de las mamás que creen que nadie sabe qué es mejor para su hija o hijo que ellas. Desde qué ponerse de ropa o cómo calificarlos (darles adjetivos) según su comportamiento. Esto tiene muchísimo que ver sobre su autoestima y en cómo serán adultos el día de mañana.
Se necesita una apuesta de las familias como del mundo educativo y las instituciones públicas por una educación sexual universal, intensa, extensa y sistemática para la convivencia de los sexos y procuradora de nutritivas sinergias intersexuales.
Así que el día de mañana pensemos dos veces qué y cómo les decimos y les enseñamos a nuestras niñas y niños, lo qué es bonito o lo qué es sexy.
@garciacecy_
ceci.garcia@dcamexico.org
Cecilia García
Fundamentos de una idealista