PISA en México: fortalezas y debilidades

Mucho se ha hablado sobre la posible cancelación de México en PISA (Programa de Evaluación de Estudiantes Internacionales), proyecto que coordina la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico) en el que participa México junto con más de 70 naciones.

En 2000 la OCDE realizó la primera evaluación internacional —para países miembros de la OCDE, que después amplió a otras naciones— en las áreas de matemáticas, comprensión lectora y ciencias; evaluación que ha venido repitiendo cada tres años.

Las fortalezas más importantes de PISA son: 1) cada año se suman más países al proyecto con los cuales una nación se puede comparar, 2) sus pruebas están elaboradas con estándares de calidad muy altos, 3) los métodos para seleccionar muestras de estudiantes y los procedimientos para administrar los instrumentos son altamente confiables, 4) los análisis son muy rigurosos, 5) los informes trianuales se enfocan tanto a la comparación entre países, como a los resultados de cada país y 6) los informes van acompañados de recomendaciones de mejora educativa para cada nación.

Las debilidades más importantes son: 1) los instrumentos se diseñaron para estudiantes de países industrializados (miembros de la OCDE) 2) las preguntas son, igualmente, más pertinentes para los estudiantes que viven en las ciudades y menos para los que viven en zonas rurales, 3) en los comités de especialistas están subrepresentados los países en vías de desarrollo, 4) si bien la OCDE asegura que las competencias para el éxito en el mundo laboral de los futuros profesionistas, hay dudas de si esto es cierto para todos los países y contextos sociales, 5) se ha criticado que las recomendaciones para los países se basen en los resultados de un solo instrumento que solo mide tres áreas escolares  6) los resultados de PISA se utilizan con mucha frecuencia solo para hacer rankings y no para mejorar los procesos educativos de una nación, esto promueve el efecto perverso en las escuelas de enseñar-para-la-prueba y 8) muchos especialistas cuestionan que la OCDE dicte políticas educativas a nivel mundial, que no está entre sus funciones.

Finalmente, es benéfico para todos los países contar con evaluaciones internas y externas, tanto en educación como en otros ámbitos. Por el momento, México no ha definido si continuará con las pruebas PLANEA (desarrolladas por el INEE) o si iniciará el desarrollo de una nueva generación de evaluaciones. Si, en este momento de la pandemia se abandona el proyecto PISA, nos quedaríamos como el capitán de un barco que pierde su brújula en una tormenta: navegando en un mar incierto sin instrumentos que lo lleven a buen puerto.

Twitter: @EduardoBackhoff