Politicón

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/ 27 agosto 2022

1.- LOS ALIADOS

La tensión –que nunca fue mucha, también hay que decirlo– se ha disipado en el ambiente y con ello ha quedado claro que, como en los mejores tiempos –o como siempre– a las filas tricolores ha vuelto la uni- dad, la concordia, la hermandad. El hijo descarriado, léase Jericó Abramo, ha vuelto al redil y, para todo efecto práctico, le ha levantado la mano a Manolo Jiménez estableciendo, de paso, el compromiso de no volver a intentar quitarle reflectores. Habrá, desde luego, un proceso de selección interno como lo prometió el “ya ido” Rodrigo “Rigo” Fuentes, pero, dicen los que circulan por los pasillos de la sede priista y logran escuchar cosas detrás de las puertas, que incluso eso ya está planchado: será por medio de una encuesta que se confirme –¡perdón!, que se decida– el nombre que aparecerá en el recuadro superior derecho de la boleta que le entregarán a los electores el 4 de junio próximo. También habrá precampaña y toda la cosa. En una de esas, dicen podría haber hasta cuatro suspirantes que le entren al ejercicio de pasarela que se abrirá antes del levantamiento de la encuesta que, delo por descontado, a todo mundo va a dejar satisfecho.

2.- LOS MORENOS

En el búnker guinda abrieron la temporada de reclutamiento y, según se ve, no le hacen el feo a nadie. Como en las mejores religiones, basta con ponerse una corbata del color de moda y jurar lealtad al patriarca tropical para que todos los pecados del pasado se borren de inmediato y mágicamente sean transformados en virtudes. Que Shamir Fernández votó en contra de la reforme eléctrica y por ello figuraba en el catálogo de “traidores a la patria”, ¡ni quién se acuerde! Que Rodolfo Walss nunca ha sido fan del Presidente, ¡pero si de eso no estábamos hablando!... y así, porque lo importante es colocarse “del lado correcto de la historia” y comprometerse con el proceso de transformación, what ever that means. Un detalle interesante, por cierto, es que quienes mudan de piel no aparecen al lado de Diego del Bosque o de Mario Delgado solicitando que les entreguen su credencial del partido, sino que se sientan al lado de Ricardo Mejía diciendo que decidieron sumarse a “su proyecto”, dando por hecho que en Morena tampoco hay competencia alguna sino que ya se tomó la decisión de quién ganará la encuesta interna. ¿O a poco puede ser que al final pase otra cosa y resulte que los chamaquearon?

3.- EL RESTO

Aunque para el dirigente estatal de Morena, Diego del Bosque, lo que vaya a hacer el Partido Verde en Coahuila “es un enigma”, todo mundo tiene claro que la franquicia regenteada a nivel local por José Refugio “Pepe Cuco” Sandoval tiene un sólo objetivo en mente: localizar un perfil de buen ver, que acepte ser su candidato –o candidata– y que sea capaz de atraer sufragios que cumplan con dos condiciones de forma simultánea: ser suficientes para acumular el tres por ciento de la votación válida y que pertenezcan a quienes no quieren votar por el PRI, pero que la opción de Morena no termina de convencerlos. El primer objetivo es, desde luego, el más importante porque eso garantizaría el acceso a las prerrogativas estatales, mieles de las que los seguidores del tucán no han disfrutado en largo rato ya. Pero no debe perderse de vista que la verdadera razón por la cual el Verde no irá en alianza con sus morenos socios en Coahuila es la segunda: ver si logran convertirse en el “partido bisagra” en la jornada electoral del primer domingo de junio, lo cual les permitiría vender más caro su amor.

4.- EL ÁRBITRO

Se despejó la incógnita y, contra lo que anticiparon los propios integrantes de la Comisión encabezada por la consejera Dania Ravel, el perfil seleccionado para encabezar el Instituto Electoral de Coahuila, a partir de noviembre próximo, fue Rodrigo Germán Paredes Lozano, un integrante del Servicio Profesional Electoral que ha desarrollado toda su trayectoria dentro del INE, desde que debutó como Vocal Secretario en una Junta Distrital, en Baja California, en junio del año 2005. Al margen de los comentarios que generó la forma en que fue designado, a esta hora el nombramiento expedido por el Consejo General del INE es una decisión firme porque nadie la impugnó. Con la llegada de Paredes al frente del IEC quedará reconfigurado por completo el Consejo General que se encargará de organizar la elección del sucesor de Miguel Riquelme. A diferencia de lo ocurrido en 2017, al menos en teoría, no estamos ante un Consejo General de “novatos” pues hay quienes ya están en el cuarto año de su período. Por desgracia, tampoco parece que estemos ante un equipo de estrellas capaces de sorprendernos con su desempeño. Veremos qué pasa luego de que su nuevo Presidente asuma el cargo en 67 días.

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