Reunión de embajadores

Politicón
/ 16 enero 2020

    El 7 de enero se inauguró, en la SRE, la Reunión de Embajadores y Cónsules 2020. Por cuatro días, todos los miembros del cuerpo diplomático, se dan cita en la CDMX para discutir los problemas más relevantes de la política exterior mexicana. El tema central en esta ocasión fue el de "Política exterior para el bienestar". Empero la generalidad de este tema, en ella se discutieron otros problemas de mucha relevancia para el país; desde cuestiones relacionadas con la promoción económica y la cooperación internacional, los mecanismos para congelar el tráfico de armas, las formas más efectivas para proteger a los mexicanos en el exterior hasta, por supuesto, el papel que México deberá desempeñar en la presidencia de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), que recién ocupa.

    La reunión de embajadores es de esas que por desgracia suelen pasar desapercibidas. No son muchas las noticias sobre ellas, como tampoco, nos enteramos mucho de lo que ahí sucede; de lo que ahí se discute y se conversa.

    Debo decir que se trata de una de las reuniones más relevantes del año. Marcelo Ebrard con seguridad supo sacar provecho de ella, pues sabe bien, que quienes regresan no sólo traen noticias, también traen el pulso de lo que se vive al otro lado de nuestras fronteras: ¿Cómo se ve y cómo se siente México en el extranjero? ¿Qué se dice de él en las charlas? De igual forma, para cónsules y embajadores es una oportunidad de pulsar al país desde dentro. Para ellos representa una oportunidad de convivir y de reunirse con el Presidente e intercambiar con él opiniones. Esto implica una experiencia de enorme utilidad para quienes tienen que manejar la política en el extranjero. Reunirse con el Presidente implica dejar esa parcela localista y extranjera, para involucrarse en una perspectiva más global y holística de los problemas nacionales, abandonando la atómica individualidad de sus deberes concretos, e internándose en la política nacional y en la realidad de un país que deben asumir para su mejor representación.

    Para quien están a cargo de dirigir la política exterior esto debe ser como oro molido. La forma en la que vemos el país desde dentro es enteramente distinta a cómo se ve desde afuera. La lejanía cambia perspectivas y olfatos; afina pulsos, pero también entorpece visiones que debemos enderezar. Hay cosas que el internet nunca podrá suplir: la lectura de un gesto, la interpretación de un silencio, la mirada cuando se habla, el apretón de un saludo.

    Bajo el nuevo orden mundial, la política exterior juega un papel central y distinto al de hace años. Ya no es como antes en la que en cada época surgía un país con el poderío suficiente  para modificar al mundo. Según Kissinger, en el siglo 22 fue Francia, en el 23 Gran Bretaña, en el 19 Austria y en el 20, EU. En la actualidad, esos focos de poder político se han polarizado, se han dividido fuerzas y se han dispersado oportunidades económicas. No todo lo que estemos buscando se tendrá que encontrar con los más fuertes y poderosos, puede haber aliados que, aunque más pequeños sean más fructíferos. La democracia no sólo ha invadido los territorios nacionales, sino también el concierto internacional. Cada vez más, aquellas fortalezas disminuyen y aparecen nuevos actores relevantes y atractivos en la escena; todo es cuestión de observar y escuchar.

    Esas son las noticias que se traen y esas son las herramientas que se deben de utilizar para componer todo el entramado internacional, el cual debe terminar en una definición clara de nuestra política exterior. La reunión, como digo, es poco más que un saludo. La reunión de embajadores debería de estar más en la agenda de nuestros intereses. Por lo menos, más interés del que hasta ahora hemos mostrado.

    Nació en Acapulco, Guerrero, el 7 de agosto de 1946. Realizó sus estudios profesionales en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México de la UNAM, obteniendo el título de Licenciado en Derecho el 17 de agosto de 1970. Tiene 13 años en la Administración Pública, Federal y Estatal, lapso en el cual desempeñó diversos cargos como son: Director General de Asuntos Jurídicos del Gobierno del Estado de Guerrero, Director Jurídico de la Administración del Patrimonio de la Beneficencia Pública, Director de Normatividad y Control de la Dirección General de Adquisiciones, Director de Legislación y Consulta de la Dirección General de Asuntos Jurídicos, todos de la Secretaria de Salud, y Secretario de Finanzas del Gobierno del Estado de Guerrero. Ha sido académico y catedrático de las Universidades Americana de Acapulco, Anáhuac del Sur, Iberoamericana, ITAM, Escuela Libre de Derecho e Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, además ha participado como expositor y conferencista en instituciones Públicas y Privadas y como representante de México en Foros Internacionales. Asimismo ha participado en diversos trabajos legislativos de los que han resultado importantes reformas a Leyes relacionadas con la Administración de Justicia. Ha publicado diversos libros y participado en revistas. Su actividad en este Tribunal ha sido de 31 años, inició en 1966 como Archivista “G” Transitorio del Archivo Judicial, Taquígrafo “F”, Secretario del Ramo Penal en el Juzgado Primero Mixto de Paz ocupando diversos puestos administrativos hasta el año de 1969 que fue designado Juez “A” de Paz de Cuautepec Barrio Bajo. Después ocupó los cargos de Juez Décimo Quinto Mixto de Paz del Partido Judicial de México Distrito Federal, Magistrado Numerario (1993-1999), y Magistrado de la Primera Sala Civil de 2003 al 2007. Ocupó el cargo de Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de Judicatura del Distrito Federal, actualmente es embajador de México en los Países Bajos.

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