¡S.O.S. para los trabajadores y las MIPYMES de México!
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En nuestro país según datos del INEGI y de la Secretaría de Economía existen más de 4.5 millones de empresas formales, de las cuales el 95.7% de ellas son micro (con menos de 10 empleados), el 4% son pequeñas (de 30 a 50 empleados) y medianas (de 30 a 250 empleados) y el 0.3% restante son grandes, aquellas que ocupan en el caso de la Industria más de 251 empleados y en el caso del Comercio y Servicios más de 100 empleados.
Las micro, pequeñas y medianas empresas o MIPYMES representan el 99.3% de las empresas formales en nuestro país, generan más del 80% del empleo formal y más del 50% del PIB. Estos números son contundentes y no dejan lugar a dudas de la importancia de las MIPYMES en la economía nacional.
Ante la actual emergencia de carácter mundial, los gobiernos de la mayoría de las naciones han reconocido la importancia de las empresas en la generación de empleos, y han diseñado programas de apoyo orientados a la conservación del empleo formal y de las propias empresas; ya que son estas con los impuestos que pagan, las que mantienen la operación del gobierno incluyendo los salarios de los burócratas y funcionarios, los programas sociales y la infraestructura necesaria para el país.
Desafortunadamente en México las MIPYMES lo único que han recibido del Gobierno Federal son amenazas, en el mejor de los casos, comparando a los empresarios así en general con delincuentes y tratando de poner a la población en contra de todo lo que se relacione con la actividad empresarial. Prueba de ello es la declaración engañosa que hace el Gobierno Federal en donde utiliza la palabra “emergencia” en lugar de “contingencia” para sacarle la vuelta a la ley y con esto pasarle toda la carga de la crisis sanitaria a las empresas, sobre todo a las micro pequeñas y medianas, ya que con esto las empresas, independientemente de que puedan operar normalmente o no, tengan ingresos por ventas o no, tendrán la obligación de seguir cubriendo el 100% de los salarios de los trabajadores además de los impuestos y gastos de operación. Por supuesto que la mayoría de los empresarios quieren cumplir (ningún empresario quiere despedir a sus colaboradores ni dejar de pagar a sus proveedores) ya que eso ocasionaría daños irreversibles a las empresas y a sus trabajadores, pero en promedio las MIPYMES solo podrán subsistir máximo tres semanas en las condiciones actuales.
Esperemos que el gobierno entienda la importancia del sector empresarial y de las empresas en la economía mexicana. Lo que se requiere en este momento es un gran acuerdo tripartita nacional entre (gobierno, trabajadores y empresas) y que de ese acuerdo surjan programas de apoyo (no subsidios, ni regalos), principalmente para proteger y mantener a todos los trabajadores formales. No hay que inventar programas sólo hay que voltear a ver los que han funcionado en otros países, que le están dando facilidades fiscales y diferimiento de pago a empresas y a personas físicas, créditos a tasas competitivas, para cubrir los salarios de los trabajadores formales, estimular el consumo privado, facilitar la inversión privada, etc. etc…
Esperemos que el Presidente de la República, entienda que impedir la quiebra de las empresas formales es garantizar el ingreso del gobierno federal y el ingreso de más de 20 millones de trabajadores formales mexicanos y del cual dependen casi 80 millones de mexicanos.
Esperemos también que los Organismos Empresariales de Carácter Nacional, encuentren el camino para exigir y convencer (con argumentos y propuestas inteligentes) a las autoridades de la urgencia de poner en práctica programas de apoyo para los trabajadores y las empresas formales de nuestro país.
Esperemos también que por el bien de México y de sus trabajadores que estas medidas se decidan y se ejecuten rápidamente ya que esta situación, con las condiciones actuales y sin apoyos, no será sostenible para las MIPYMES de México.
*El autor es comerciante, presidente de Concanaco Servytur México (2010-2014).