Un insulto a la inteligencia nacional
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Paul Joseph Goebbels, el ministro para la Ilustración Pública y Propaganda del Tercer Reich, conocido como el “enano cojo y diabólico”, padeció durante niño un severo complejo de inferioridad por su insignificante estatura y por el defecto congénito en un pie que haría de él un discapacitado de por vida, minusvalía que pagaría muy cara el resto de la humanidad al estallar, por demagogia perversa, la Segunda Guerra Mundial. ¿Cómo era posible que en la raza aria, la supuestamente “perfecta”, el ministro de propaganda, el hombre más cercano al canciller, sufriera una discapacidad física?
Al arribo de Hitler al poder, Goebbels, doctor en Investigación por la Universidad de Heidelberg, empezó a manipular los medios de comunicación masiva con una eficacia sorprendente y apabullante, en especial la radio y el cine, para difundir las posibilidades de expansión del poder nazi con el apoyo del pueblo alemán, necesitado de recuperar su orgullo destrozado después de la derrota sufrida en la Primera Guerra Mundial.
Sus adversarios políticos lo consideraron un temido demagogo, un enano místico, resentido agitador de masas, quien sufría “un trastorno narcisista de la personalidad que le hacía buscar adictivamente el reconocimiento de terceros”. Cuando Hitler ordenó el bombardeo de Polonia en 1939, ya se le reconocía como una figura mesiánica, “un mito que dirigía el país envuelto en una aureola de divinidad. Y si Hitler era el Mesías, Goebbels era su profeta”. ¿AMLO no predica desde su púlpito en Palacio Nacional como un Mesías Tropical?
Goebbels estableció algunos principios de propaganda nazi:
*”Individualizar al adversario en un único enemigo”, tal y como lo hace AMLO al unificar a sus opositores como “conservadores”. *”Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos”. AMLO es inocente de cualquier cargo. *”Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”. He ahí la estrategia de AMLO cuando propone rifar pedazos de lotería para vender el avión presidencial o agrede al rey de España por la violencia contra de los aborígenes mexicanos en el siglo XVI. *”Principio de la vulgarización. Toda propaganda debe ser popular. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”. ¿Está claro el “Fuchi-Guácala” con eso de que la capacidad receptiva de las masas es limitada?
*”Principio de orquestación. La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente: Si una mentira se repite mil veces, acaba por convertirse en verdad”. *”Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público ya se encuentre interesado en otra cosa”. Es decir, la catarata de iniciativas legales y de cambios propuestos por AMLO provocan el desfasamiento de las respuestas de los adversarios, siempre atrasados y desprevenidos. *”Principio de la silenciación: acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario”. AMLO niega con el dedo cuando no encuentra una salida o acalla con su negativa a entrar en provocaciones... *”Principio de la transfusión. La propaganda opera siempre a partir de un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas”. ¿Está clara, clarísima la división que impulsa AMLO al etiquetar a los “Pirrurris” y a los “Fifís”? ¿No insiste en el complejo de odios y prejuicios para arrancarle las costras históricas a los mexicanos?
La estrategia distractora de AMLO y de su equipo de propaganda, profundos conocedores de las técnicas nazis, insulta la inteligencia nacional y peor aún, si como gobernados aceptamos sus supuestos “disparates” diseñados para distraernos y todavía nos prestamos a su juego para ocultar los auténticos problemas que aquejan gravemente al país como, entre otros, el intento de cancelar mañosamente las garantías individuales y eliminar el respeto a los derechos humanos.
@fmartinmoreno