¿Y la remoción de consejeros del IEC?, ¿y el ‘oficioso’?; ¿a qué juega el INE?
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En la sesión del 17 de julio el Consejo General del Instituto Nacional Electoral confirmó que Miguel Riquelme rebasó 7.86 por ciento el tope de gastos de campaña, lo cual, aunado al porcentaje de diferencia que obtuvo respecto al segundo lugar en la contienda según el Instituto Electoral de Coahuila, configura una causa determinante de nulidad en la elección de Gobernador de acuerdo con el artículo 41 constitucional.
Pero en ese mismo cónclave quedó pendiente un asunto: no se incluyeron en la cuenta los pagos a la estructura de los partidos políticos el día de la jornada electoral hasta no clarificar los criterios y comprobar su erogación, dando un plazo de gracia para presentar pruebas.
Convinieron entonces 24 horas para que los representantes mostrasen documentos a fin de que los consejeros del INE resolviesen después de sus vacaciones. Así sanearían la cuestionada fiscalización e iniciarían un procedimiento “oficioso” a través del cual se resolvería la polémica.
En este mismo espacio se ha estimado ya que, en el peor de los escenarios para quienes fueron candidatos, éstos podrían aumentar su nivel de rebase del 7.86 por ciento al 25.53 en el caso de Riquelme, y Guillermo Anaya del 4.56 hasta 19.84 por ciento.
El consejero Ciro Murayama lo afirmó el pasado 18 de julio: “es prácticamente imposible que no crezca más el porcentaje de rebase”. “Aún puede incrementarse pero ya no disminuir”, clarificó la consejera Pamela San Martín al día siguiente. Ello es importante pues cambiaría el tablero y, eventualmente, los jugadores.
Pasó todo agosto, ya estamos en septiembre, y es fecha que no se pronuncia el INE al respecto. Lo anterior es trascendental por una razón: su afasia y desaseo podría crear como consecuencia un conflicto.
Si bien la Secretaría Ejecutiva envió el expediente de la fiscalización consolidado al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para que califique la elección de Gobernador, éste no tiene todas las cartas en la mesa para juzgar, lo cual puede ser utilizado como salida fácil y frívola para no entrar al asunto y desecharlo de plano. Cuidado.
Aunque con dudas y sin mucho convencimiento, el INE dijo en su día que anexar estos datos pendientes al dictamen –enviado previamente a los magistrados de la Sala Superior– no entorpecería la sentencia, la justificación del Tribunal Electoral sería muy fácil: como el INE no entregó todas las pruebas ni enseñó la baraja completa, no se puede pronunciar acerca del fondo de la materia. Besos. Bye.
Por otro lado, en el primer semestre de 2017 hubo tres demandas que solicitaban la remoción de los consejeros del Instituto Electoral de Coahuila. La primera enfocada en la presidenta Gabriela de León y Alejandro González, otra en Gustavo Espinosa, y una más pidiendo la destitución de los siete que forman parte del Consejo General.
Dos de los tres expedientes, sin embargo, fueron calificados como “no presentados” y el restante fue “desechado” sin mayor explicación. Eso sólo puede representar dos cosas: o las quejas no fueron consistentes pese a existir elementos de sobra, o el árbitro se hizo de la vista gorda.
Si el primer supuesto fuese la razón, sería gravísimo y cabría plantearse un par de preguntas: ¿ciudadanos y actores políticos hemos despegado el dedo del renglón?, ¿el cansancio natural que genera la incertidumbre ya nos venció antes de la sentencia final?
Por menos fueron removidos los siete consejeros del organismo electoral de Chiapas, y la presidenta en Colima. En Coahuila, si no sucede nada extraordinario, el IEC iniciará con la misma alineación el próximo proceso cuyo calendario ha homologado el INE.
¿No le parece por lo menos vergonzoso?
CORTITA Y AL PIE
Por lo demás, el Tribunal Electoral de Coahuila manifestó esta semana, en voz de Valeriano Valdés, que esperará la resolución de la Sala Superior antes de emitir la propia. A la facilita. La posición más cómoda dentro de los eventuales escenarios que podrían ocurrir. Así no quedan mal ni se comprometen.
LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS
El próximo viernes 8 de septiembre inicia el proceso electoral que, entre protestas, desarrollará el INE. Lo lógico sería que antes de iniciar una nueva encomienda terminaran por completo la que tienen pendiente.
A nadie conviene que resuelva las facilitas y postergue las difíciles como si se tratase de procrastinación o de negociación política. Ninguna de las dos aceptables.
@luiscarlosplata