Preparación psicológica
para la libertad

Opinión
/ 25 septiembre 2021

Aquellos canarios volaban por el jardín en la tarde y volvían a sus jaulas abiertas. Ahí había alpiste, agua y hojas de lechuga.

Y aquel pájaro cantador recibió la condena a la libertad. Al dejarlo libre en la azotea producía silbidos de angustia y miedo y no se decidía a volar hacia la libertad.

En el plan de liberación de prisioneros hay gente anciana y enferma, hay más jóvenes, que tienen años encarcelados sin recibir sentencia. Otros que fueron torturados.

Otros se liberan por disminución de cautiverio a causa de buen comportamiento. Otras personas aprovechan las últimas despenalizaciones legales.

Esa operación justiciera puede resultar dañina para los beneficiarios si no reciben un curso que podría llamarse “Cúbico”, Curso básico de información capacitación y orientación. El confinamiento de ellos no ha sido cómo el hogareño pandémico. Ha tenido más rigidez, más frialdad, menos centros de interés, insuficiencias en necesidades básicas y el saborcillo amargo de la desconfianza.

La salida a la libertad se les presenta pavorosa y hasta amenazadora. Está anquilosada su capacidad de tomar decisiones. Reciben una estimulación múltiple a la que no han estado acostumbrados. Surgirán propensiones a volver a ambientes, estilos y actitudes que fueron ocasión de sus acciones ilícitas.

Muy bien les vendría una preparación previa con temas y ejercitaciones bien dispuestas para multiplicar sus recursos mentales, volitivos y emotivos en la nueva circunstancia de liberación.

Explicaciones de las novedades que encontrarán y de destrezas y adaptaciones para saber conducirse sin titubeos ni equivocaciones.

Además de los programas globales, cada orientador observará las peculiaridades de cada caso para no querer hacer bailar al cojo o hacer cantar al mudo. Después de este tiempo valioso de entrenamiento para la libertad responsable, los que vuelven a estrenar su vida podrán tener experiencia felices de superación y sagacidad y se sentirán muy alejados de las reincidencias.

DECEPCIÓN HAITIANA

Los removieron de debajo del puente y los deportaron en avión hasta su tierra en que su presidente había sido balaceado y su territorio asolado por tormentas, inundaciones, temblores y contagios crecientes en la pandemia.

Los astutos, al ver la desesperanza en muchas vidas, engañaron con promesas de fronteras porosas, de cambio de trato, de trámites expeditos. Así se levantaron las caravanas de negritud que deseaba llegar, pasar, trabajar y progresar.

Pero vino la gran decepción. Puertas cerradas, actitudes de rechazo, contención que se iba haciendo violenta, desinstalación con carencia alimenticia y próximos fríos de invierno cercano. Por aire los fueron rápidamente deportando. El desafío para todo el continente es humanizar la migración. Que llegue a ser una experiencia inolvidable de fraternidad, de solidaridad y de progreso compartido.

VACUNACIÓN UNIVERSAL

Es la meta. Que todo el rebaño quede inmunizado frente al lobo de variantes greco-alfabéticas y de gran voracidad invisible.

Las salidas precavidas van sustituyendo a los confinamientos paralizadores. Susana Distancia será la siempre invitada a cualquier reunión de contagiantes sin síntomas...

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El autor de Claraboya, quien ha escrito para Vanguardia desde hace más de 25 años, intenta apegarse a la definición de esa palabra para tratar de ser una luz que se filtra en los asuntos diarios de la comunidad local, nacional y del mundo. Escrita por Luferni, que no es un seudónimo sino un acróstico, esta colaboración forma ya parte del sello y estilo de este medio de comunicación.

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