Les platico: Morena no las trae todas consigo en el territorio nacional. Es un hecho.
Entidades como Nuevo León, Querétaro, Coahuila, Aguascalientes y Durango son botones de muestra de las dificultades del partido de AMLO para afianzar sus estructuras.
El desafío es enorme y las corcholatas que andan pre pre pre encampañadas están olvidando ese “pequeño y gran” detalle.
Sus nombres van al tercer lugar después de los dos primeros:
1.- Andrés Manuel López Obrador.
2.- Morena.
Si el partido del presidente se llamara como él o de perdido tuviera sus siglas, no sería tan cuesta arriba la tarea para afianzarse como posibilidad en las elecciones de este año y el próximo.
Los tres más importantes en la carrera para ganarse los afectos del destapador del Palacio Nacional, están cometiendo un error que puede dejarlos descabezados en los procesos eleccionarios que vienen.
A mi humilde juicio, los tres punteros tendrían que jugar al sacrificio y encarrilar a sus desaforados -por anticipados- promotores, más en el posicionamiento y reforzamiento de la marca Morena, que en el de sus propios nombres.
Si insisten en machacar con los apelativos de Claudia, Marcelo y Adán, el ungido podría terminar dando tumbos como las gallinas que son descabezadas antes de darle sabor al caldo.
De poco va a servirles a estas corcholatas que sus nombres figuren alto en las encuestas de donde saldrá el candidato, si el pueblo no los relaciona, no los vincula, no los asocia estrechamente con el partido del presidente.
El ejemplo puede sonar demasiado diletante pero es real:
Cuando alguien se toma una Coca Cola en un envase sin marca, no le sabe igual que cuando lo hace con uno que la traiga bien visible.
La corcholata que se gane el honor del destapador, tiene que saber a Morena. Por muy buena que sea, su sabor tiene qué ser el de Morena.
Votar por el partido valiendo madre quién es el candidato, es válido solo para los cuadros duros de Morena, y en ese aspecto el PRI le gana de calle.
Es más, el PAN no curte malas baquetas al respecto en algunas entidades.
Dentro de los cuadros duros de Morena podrían estar los beneficiados de los programas sociales del régimen, pero no serán suficientes, porque todavía, más del 60% del padrón electoral sigue estando por encima de la barrera de la pobreza.
De hecho forman parte de las clases socio económicas baja, media baja y media; tienen preparatoria en el 48% de los casos y no entran en la categoría de la 3a edad ni de los jóvenes construyendo el futuro.
Consecuentemente, no son beneficiados por los programas sociales de la 4T.
Consecuentemente, no forman parte del voto duro de Morena.
La estrategia de posicionar primero la marca y luego el nombre del candidato aplica también para los que le tiran a puestos de gubernaturas, alcaldías, diputados y senadores.
La tarea para quienes están en los casos de los estados arriba citados será mucho más compleja que en los de entidades con la marca Morena posicionada en
CAJÓN DEL SASTRE DE PANAMÁ.
“¿Está claro, señoras y señores del ajo político nacional?”, remata la irreverente de mi Gaby.