¿Qué hacer con los hijos? Guía práctica para equilibrar el uso de la tecnología en vacaciones

Opinión
/ 5 junio 2025

Gestionar el tiempo delante de las pantallas durante el verano no consiste en deshacerse de la tecnología por completo, sino en alcanzar un equilibrio familiar

A muy pocas semanas de las vacaciones de verano, aparece una gran inquietud: “¿Qué van a hacer mis hijos?”. La mayoría de los padres se hace la misma pregunta en relación con la mejor forma de gestionar el tiempo libre y, sobre todo, el de sus hijos frente a las pantallas. Para ello, daremos aquí algunas ideas prácticas para equilibrar el uso de la tecnología en las vacaciones, favorecer actividades sanas y reforzar los vínculos familiares.

1) Centrarse más en lo que se quiere hacer que en lo que se quiere evitar. Es más productivo tener en mente las actividades que se desearía hacer juntos e ir definiendo una agenda. Se puede hacer una “lista de deseos de verano” que incluya paseos en bici, visitas al parque, hacer manualidades o proyectos en casa. Así, al fijar objetivos más positivos, es más factible tener un estilo de uso equilibrado de la tecnología.

TE PUEDE INTERESAR: ¿Cómo no divorciarse? Descubre el secreto para un gran matrimonio

2) Buscar lo que mejor les va. Las familias son diferentes, y lo que funciona para una no necesariamente responde a las necesidades de otra; hay familias que permiten un estricto control del tiempo frente a la pantalla y familias que permiten un uso más flexible. Lo más crucial de todo es que los niños también tengan tiempo suficiente para dormir, para hacer ejercicio o para jugar. No olviden que lo que se comparte del tiempo con el otro es mucho más significativo que la cantidad exacta de minutos frente a la pantalla.

3) Pongan límites. Para controlar el tiempo que los niños pasan frente a la pantalla piensen en las siguientes estrategias:

- Límite del tiempo: Definan la cantidad de tiempo diario o semanal para utilizar los dispositivos. Zonas despejadas de tecnología: Determinen áreas como el comedor o los dormitorios donde no haya tecnología permitida.

- Momentos de desconexión: Determinen horarios como las comidas o las horas de sueño en los que no se utilice la tecnología.

- Reglas de rutina: Integren el uso de las pantallas en reglas de rutina donde lo hagan después de las tareas domésticas o las actividades al aire libre.

4) Usar la tecnología para relacionarnos entre nosotros, no únicamente para distraernos. La tecnología puede ser un recurso para potenciar y fortalecer las relaciones familiares. Ver un programa o videos juntos y comentarlo puede dar pie a conversaciones interesantes. Compartir la práctica online puede ser una forma divertida para estar juntos mientras utilizas actividades como juegos educativos o proyectos creativos.

5) Ejercitar hábitos saludables. Los niños/as imitan a los mayores. Al exhibirse en una práctica compartida de la tecnología y la priorización de las interacciones cara a cara, podrán enseñar a sus hijos/as la importancia de desconectarse y disfrutar de otras actividades. Fijar la frecuencia de la desconexión para la familia durante los tiempos de las comidas podría resultar de ayuda en este ámbito.

6) Promover la creatividad y el juego al aire libre. Dar materiales para manualidades, juegos de mesa o actividades al aire libre son opciones interesantes al tiempo de estar frente a la pantalla. Apoyar a los niños/as a explorar intereses y habilidades puede ayudar a reducir el deseo de utilizar la tecnología para divertirse.

TE PUEDE INTERESAR: Vacaciones y puentes del ciclo escolar 2025-2026: Este es el calendario tentativo de la SEP

7) Incluir a los niños en la toma de decisiones. Involucrar a los niños para que participen en la creación de reglas y normas relacionadas con las pantallas hará −muy probable− que ellos se sientan comprometidos a seguirlas. Hablen juntos sobre por qué hay límites y reflexionen acerca de sus propias dudas y sugerencias.

En conclusión, gestionar el tiempo delante de las pantallas durante el verano no consiste en deshacerse de la tecnología por completo, sino en alcanzar un equilibrio familiar que, a la vez, contribuya al bienestar familiar. Con una buena comunicación familiar, se establecen límites con claridad y se cuentan con diversas actividades atrayentes para hacer que las pantallas puedan ser disfrutadas por toda la familia durante el verano.

Es licenciado en Educación con Maestría en Desarrollo Organizacional por la UdeM. Maestría en Psicopedagogía Clínica en España. Cuenta con doctorado en Currículum e Instrucción por la Universidad del Norte de Texas y estudios de Postrgrado en Educación, género, aprendizaje y cerebro en el programa de Velma Smichdt por la Universidad del Norte de Texas.

COMENTARIOS