¿Qué haría un urbanista si fuera Gobernador? En una ciudad desarrollada, el rico utiliza el transporte

Opinión
/ 18 abril 2023
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‘Si yo fuera Gobernador’ es un ejercicio donde especialistas lanzan propuestas y alternativas a los futuros gobernantes

LOS PROBLEMAS

Uno de los principales deberes de una ciudad es tener acceso a su entorno inmediato y lejano, para trasladarse a sus trabajos, escuela, centros deportivos o de diversión, por lo que es necesario tener diferentes formas de moverse sustentablemente.

Hoy las principales ciudades del estado de Coahuila, y por supuesto Saltillo, padecen de un transporte público de mala calidad, lo cual obliga a sus habitantes a hacer un esfuerzo económico para adquirir un coche y así resolver su problema de traslados. Ello permite incrementar constantemente el parque vehicular que transita por la ciudad, ya que el auto particular es ya una necesidad y no un lujo. El auto particular es el mayor contribuyente de gases CO2 al medio ambiente, de acuerdo con estudios realizados en diferentes ciudades del mundo, de manera que a mayor volumen de autos en circulación, más contaminación generada.

La invasión del espacio público es una constante. Existen unos derechos de los ciudadanos relacionados con el espacio público que parecen estar irrespetándose, que tienen que ver con su libre movilización por andenes, calles y plazas de la ciudad.

Derechos cuya defensa no ha sido asumida con vehemencia por las últimas administraciones de gobierno, lo que ha provocado se agrave este problema.

Las banquetas no solo son invadidas por puestos ambulantes o cajones de estacionamiento, sino por vehículos estacionados permanentemente sobre éstas, impidiendo el libre tránsito de peatones, y principalmente de personas con alguna discapacidad.

LAS PROPUESTAS

“Así como el sol no gira alrededor de la tierra, los embotellamientos no se solucionan con más infraestructura vial”.

Un transporte público eficiente, es decir inclusivo, económico, puntual, seguro y digno, “obligará” a quien tiene poder adquisitivo para comprar un coche, a subirse al transporte público. Es la única manera de inhibir el uso del auto particular. Al disminuir el parque vehicular, habrá carriles sobrantes en las vías, mismas que desaparecerán y podemos diseñar en esos espacios ciclovías y banquetas más amplias. Además, no serán necesarios los puentes peatonales, sustituyéndolos por pasos a nivel de calle seguros, con pasos de cebra y semaforizados. Estos son más económicos de construir y mantener.

“Una ciudad desarrollada no es en la que el pobre tiene auto, sino en la que el rico utiliza transporte público”.

Las banquetas amplias nos invitan a caminar y nos dan la oportunidad de arborizar la ciudad, contribuyendo a mitigar la contaminación generada por los autos e industria.

En algunas áreas comerciales con restaurantes, pueden usar parte de la banqueta como espacios de venta, lo que dará más vida y seguridad a la ciudad, también se generan espacios para esparcimiento familiar, social y cultural, realizando diferentes actividades.

La bicicleta es un medio de transporte amigable con el medio ambiente y que además nos permite ejercitarnos. La población mexicana tiene graves problemas de salud, diabetes, obesidad, hipertensión y enfermedades cardiovasculares, que con los cambios propuestos se mitigan estas enfermedades, por lo que también es un tema de salud pública. Una población sana demanda menos medicamentos, doctores y hospitales, lo cual significa un gran ahorro para las arcas públicas.

En las ciudades de México como en otras del mundo cuya movilidad está centrada en el auto y no en las personas, las muertes por accidentes viales son una de las 10 causas de mortandad en el mundo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud. Frecuentemente escuchamos de algunos gobernantes que no somos Ámsterdam o Barcelona o Berlín, pero no saben o han olvidado que las ciudades mencionadas no eran tampoco lo que son hoy.

En algunas de ellas llegó un gobierno decidido a cambiar la vida de los habitantes para bien, y los buenos resultados fueron adoptados por los ciudadanos, inmediatamente al gozar los beneficios aportados. En otras cómo Ámsterdam, fueron las madres de los niños que fallecieron atropellados por autos, las que exigieron y lograron que se cambiara la movilidad, y hoy Ámsterdam es un ejemplo a seguir.

Recursos los hay, pero están mal invertidos, ya que es mejor invertir en movilidad sustentable y centrada en las personas, que en más infraestructura vial.

Yo espero que quien llegue a gobernar mi estado, Coahuila, se atreva a realizar estos cambios, estoy seguro que la mayoría lo apoyará para poder lidiar con los intereses económicos y políticos que se verán afectados. Y estoy seguro que pasará a la historia como el gobernante que decidió construir un futuro más amigable con el medio ambiente que beneficia no solo a la generación actual, sino a las generaciones de nuestros hijos, nietos, por supuesto a las futuras generaciones.

Admiro a quienes sueñan con ciudades más amables para los niños que para los autos; para el transporte público y las bicicletas, que para los carros. Con parques para el disfrute humano, y la construcción de igualdad, o con reformas que afecten privilegios.

Encontrarán obstáculos y enfrentarán ataques feroces, pero también disfrutarán mucho con los niños mejor educados, gracias a las reformas propuestas en estos temas. “No se consigue nunca lo posible si no se intenta lo imposible una y otra vez”: Max Weber.

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