Registro de violentadores, un avance en la dirección correcta

El Poder Judicial de Coahuila puso ayer en operación el Registro Estatal de Personas Sancionadas por Violencia Contra las Mujeres, una base de datos en línea que permite conocer la información de quienes han sido sentenciados por delitos que implican violencia contra la mujer.

El Registro incluye el nombre completo de la persona sentenciada, así como el delito que cometió, además del tipo de procedimiento del que derivó la sentencia y la pena impuesta. En la base de datos aparecen, además de quienes actualmente compurgan una sentencia, las personas que ya la concluyeron y han recuperado la libertad.

En total, de acuerdo con la revisión realizada por VANGUARDIA, se encuentran relacionados 669 casos de toda la entidad, clasificados por distrito judicial. Incluso es posible descargar el documento que contiene la sentencia dictada por el juzgado correspondiente.

La puesta en operación de este Registro y, sobre todo, el hecho de que su disponibilidad sea en línea, constituye un avance destacable en la dirección correcta pues podría tratarse, a largo plazo, de un disuasor eficaz de las conductas delictivas que sanciona la legislación vigente.

La disuasión podría ser eficaz en dos vías: por un lado puede inhibir a otros individuos de ceder a la tentación de incurrir en conductas delictivas en contra de las mujeres y, por el otro, representa un elemento para impedir que, quienes ya han cometido un delito de este tipo, reincidan.

Por lo demás, el hecho de que cualquier persona pueda consultarlo implica la posibilidad de que se identifique preventivamente a individuos que ya hubieran sido condenados por conductas de este tipo y, tras recuperar la libertad, realicen actos de molestia en contra de cualquier persona.

En este sentido, el servicio más relevante que este Registro prestará a la sociedad coahuilense es el de servir de ariete para demoler los patrones socioculturales a partir de los cuales se construyen las muchas violencias de las que son víctimas las mujeres.

Que el incurrir en conductas de este tipo se convierta en un estigma, sin duda ayudará a que se acelere el tránsito hacia la realidad que promete la legislación -federal y estatal- promulgada para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia.

Como se ha dicho en múltiples ocasiones, los reportes que cotidianamente difundimos los medios de comunicación, en los cuales se reseña el creciente fenómeno de la violencia doméstica, por ejemplo, retratan una realidad intolerable que debe ser modificada de inmediato.

La creación de instrumentos de este tipo es una buena respuesta en este sentido. Y aunque no representan la solución completa, porque solamente comprende a quienes han sido procesados por el sistema de justicia penal, es un avance que debe celebrarse.

Lo que sigue, desde luego, es enumerar las acciones adicionales que aún hacen falta y poner manos a la obra para que se instrumenten a la brevedad.