Revitalización urbana: El caso del Highland Mall en Austin

La revitalización urbana es un proceso que busca reactivar y mejorar espacios urbanos que han ido cayendo en desuso o en abandono. Este proceso precisa de un detallado conocimiento del entorno urbano, así como de sus dinámicas urbanísticas, aprovechando las fortalezas y los recursos con los que cuenta la comunidad.

Existen distintos ejemplos de ello a lo largo de la historia y en distintas partes del mundo. Para este análisis abordaremos uno particularmente interesante, que es el que derivó de la revitalización del sitio que ocupaba el Highland Mall en Austin, Texas, para transformarle en un moderno y dinámico campus del Austin Community College (ACC).

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El Highland Mall, que fuera el primer complejo comercial de los suburbios de la ciudad de Austin, inició sus operaciones en 1971 ubicándose sobre la concurrida carretera interestatal 35. La presencia de tiendas “ancla” (como se les conoce a las cadenas comerciales que constituyen el atractivo principal en un centro comercial), como JCPenney y Dillard’s, hizo de este complejo un concurrido y dinámico espacio para la actividad económica de la zona.

Con el tiempo enfrentó una importante disminución en el número de visitantes, en mucho derivado de la salida en 2006 JCPenney y posteriormente un conflicto entre los dueños del complejo con Dillard’s. Lo anterior, sumado a la apertura de nuevos y variados complejos comerciales, derivó en el cierre del Highland Mall.

En 2010, el Community College de Austin adquirió el espacio ocupado por el centro comercial con la intención de convertirlo en un campus innovado, en medio de un desarrollo de usos mixtos. A través de una extensa renovación y rediseño, el ACC transformó los antiguos locales comerciales en aulas, laboratorios, oficinas y espacios para los estudiantes.

En 2014, la primera fase del ACC Highland Campus entró en operaciones con una nutrida oferta de programas académicos y de formación profesional, además de servicios comunitarios como una biblioteca, un centro de atención médica y un centro de desarrollo infantil. Esto último es importante dada la relevancia que tienen este tipo de acciones en la revitalización con enfoque comunitario de espacios en desuso.

Varios aspectos del contexto urbano de este espacio favorecieron la revitalización del Highland Mall. Su ubicación céntrica, conectando con las principales opciones de transporte urbano, lo hizo accesible para estudiantes e integrantes de la comunidad. La participación activa de las y los habitantes de la zona en la planeación y diseño del proyecto fue crucial para el éxito de esta transformación.

La revitalización urbana basada en las necesidades, aspiraciones y expectativas de la comunidad, como la que derivó en el Campus Highland del ACC, es un ejemplo de cómo se puede revitalizar de manera holística un lugar, abarcando aspectos de gran relevancia comunitaria, como la educación, la salud, el empleo y la vivienda.

Al dar prioridad a la equidad y a la inclusión en los procesos de revitalización, se logran beneficios tangibles y duraderos para las personas que integran la comunidad, a la vez que se da nueva vida a áreas urbanas que han venido a menos.

Lo sucedido con el Highland Mall de Austin es un importante ejemplo para replantearnos la realidad de los espacios en nuestras ciudades, particularmente en la Región Sureste de Coahuila. Existen diversos lugares que ocupan valioso espacio urbano y que se mantienen sin uso por falta de políticas de revitalización del espacio público.

Los costos que genera un lugar en desuso o abandonado son enormes y no se limitan a consideraciones económicas. También generan costos sociales, ambientales, entre otros, que constituyen una deuda que suma cuantiosos intereses año con año y que, por supuesto, es insostenible.

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Lugares como el que ocupa el edificio de Molinos La Colmena, el Hotel La Torre, entre otros, son espacios que se encuentran ya inmersos en un contexto urbano creciente, sin aportar utilidad al mismo pero sí generando y acentuando problemáticas urbanas relevantes.

Es necesario regresar la mirada a nuestros Centros Históricos, identificar los espacios y las edificaciones que se han ido abandonando para iniciar un diálogo con la comunidad y comenzar a imaginar qué se puede hacer con ellos.

Una sólida política de revitalización urbana basada en la comunidad, que privilegie la participación efectiva de la ciudadanía, podrá garantizar para nuestras ciudades un futuro posible.

jruiz@imaginemoscs.org