Rezar es un efecto colateral de estos tiempos

Opinión
/ 19 abril 2025

Plácido Garza detona varias aplicaciones al respecto

¿Les platico? ¡Arre!

1.-

- Mi abuela la alcaldesa me enseñó a rezar para agradecer, no para pedir.

- De repente lo hago.

- La última vez fue en la misa con que despedimos al Señor Castro, mi entrañable amigo que se fue sin pedirle permiso a nadie.

- A la hora de las letanías y los responsorios, la palabra que más repetí fue “gracias”, por haberlo conocido.

2.-

- Hay quienes “dan la paz” y reparten bendiciones hasta por WhatsApp y Facebook.

- Saludar o despedirse así es como estar en la Capilla Sixtina, pero sin el Papa.

- No sé por qué lo hacen. A lo mejor porque creen que les sobra santidad para dar y repartir.

- Me llama la atención el influencer grillo con apellidos de gato de angora, tatuado hasta por debajo de la lengua, que cierra sus apopléjicos videos con un “bendiciones, raza”.

- Su esclavismo mental es patético, como patéticos son quienes se le acercan y lo siguen buscando que se le caiga algo de la mesa para recogerlo.

- Recuerden: La demencia no es amnesia. Además, denuncia a quien la padece después de meterse tanta droga, alcohol y pan con coca cola.

3.-

- La noche se hizo para dormir y otras cosas deliciosamente placenteras.

- Bueno, para muchos, las noches de turno también son de trabajo.

- Otros, con familiares y amigos en husos horarios distantes, al irse a la cama dejan sus celulares encendidos para estar al tanto de sus noticias, pero no para ser despertados por mensajes de insomnes prófugos del anafre.

- A esos cabrones me dan ganas de decirles: Cuando les sobre tiempo, jódanse ustedes mismos, no jodan a los demás.

- Bueno, ya se los dije...

- Y algo más para quienes se sienten corresponsales de cuanta cosa se atraviesa a sus legañosos ojos: Si un tonto copia una noticia en los chats donde pulula, salen tonterías. Ese es el sino de los copiones y más de los que postean en plena madrugada.

- Son un fardo de las redes sociales.

- ¿Les falta vitrina? Pídansela a su prima.

4.-

- El gran enemigo de la verdad no es la mentira. Es el mito.

5.-

- “Escribo para que mis amigos me quieran”. No es mala esta premisa de García Márquez.

- El problema es que a mis ex amigos les digo: No lamento irme de ustedes; sino por haberme quedado tanto tiempo.

Cajón Desastre:

- Rezar es uno de los efectos colaterales de esta época.

- Lo estoy haciendo.

- Lo bueno es que el Dios de Spinoza limpia las malas simientes.

- Y a propósito de los Judas que serán quemados este Sábado Santo, cierro así: No me gusta que me engañen, pero sí que me sorprendan.

- Mañana, cambio completo de programa, sin faltar Rosalía, la Santa Patrona del Buen Comportamiento, y el Incomparable Iván, con toda la Compañía.

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