Rosario Lilián Rodríguez Barraza, y los 147 desaparecidos en 3 días...

Opinión
/ 4 septiembre 2022

Qué descorazonador que a una devastada madre buscadora de su hijo desaparecido la levanten, la desaparezcan y la ejecuten

El video tiene un minuto y siete segundos:

-Mi nombre es Rosario Lilián Rodríguez Barraza. Mi hijo está desaparecido. Se llama Fernando Abixahy Ramírez Rodríguez. Desapareció el 16 de octubre del 2019, en La Cruz de Lota, por la Avenida Sur 16 y 5 de Febrero. Desde entonces no sé de su paradero. Lo he buscado de día y de noche y pues nada más nada. Lo único que sé es que se lo llevaron unos hombres armados, en un carro blanco. Vine y puse denuncia en Fiscalía Mazatlán y pues nomás nada. Traje videos, traje testigos, y pues hasta la fecha no me han resuelto nada.

La mujer hace una fugaz pausa, como si buscara fuerza y valentía. Luego retoma la narración:

“Quien se llevó a mi hijo está detenido en San Luis Río Colorado (duda un instante, y después asiente)... Sí, San Luis Río Colorado (Sonora), y pues Fiscalía
aquí Mazatlán me dice que no se puede hacer nada porque son diferentes estados y pues yo espero una respuesta. Yo busco a mi hijo, yo no busco culpables. Y pues...
es todo”.

Un minuto con siete segundos de devastación maternal.

¿Se imagina que usted fuera ella y que un hijo suyo fuera el desaparecido?

Rosario Lilián es una madre rastreadora de Corazones sin Justicia, un colectivo de Sinaloa. De acuerdo al portal A dónde van los desaparecidos (https://bit.ly/3Rvu8S2), el video fue grabado hace un par de semanas.

Solo pasaron unos días de esa denuncia y... la levantaron. Luego, el miércoles pasado, el 31 de agosto, fue asesinada.

Regresemos. Los periodistas sinaloenses Scarlett Nordahl y Marcos Vizcarra narran que la mujer fue subida a la fuerza a una camioneta el martes pasado, el
30 de agosto.

Lo de todos los días: un levantón más en Sinaloa. Pero, ¿sabe usted qué día era ese?

El Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.

Una madre mutilada de su hijo desaparecido lo busca, y justo el día que se recuerda a él y a las demás víctimas de desapariciones forzadas... la desaparecen.

Había 105 mil 143 desaparecidos hasta esa jornada, según datos del Gobierno Federal, y justo ese día que se recordaba la tragedia masiva de las desapariciones, también levantan y desaparecen a Rosario Lilián, a la mamá buscadora de su hijo desaparecido.

¿Quiénes son esas personas desalmadas que causan tanto daño?

Pero la infamia no se detiene: tres días después, hasta la tarde de este viernes, ya hay 105 mil 290 desaparecidos en México. Es decir, 147 más que el martes, 49 por día en promedio durante ese breve lapso, dos por hora. Hubo un desaparecido cada media hora en este País en los últimos tres días.

Pero dejemos las espantosas cifras, no nos deshumanicemos y volvamos de nuevo a Rosario Lilián. Según cuentan los reporteros, a las 21:10 horas de ese día, cuando salía de una misa especial que ella misma pidió que fuera dedicada a su hijo Fernando, se la llevaron. ¿En qué estado emocional habrá salido de la misa?

No les importó nada. Nada. Apareció cuatro horas después, asesinada.

Como teclearon los reporteros, fue un crimen anunciado tiempo atrás. Rosario Lilián había sufrido una serie de amenazas y ata-
ques contra ella y su familia en La Cruz de Elota (100 kilómetros al norte de Mazatlán), ese pueblo costero silenciado por el crimen organizado:

“Una integrante de un colectivo de búsqueda en Mazatlán, al
que Rosario pertenecía, y quien pidió anonimato por temor a represalias, recuerda: “La última vez que salió a búsqueda se le acercó una patrulla de la Policía Municipal con un civil que no era policía para preguntarle: ‘Bueno, señora, ¿usted qué tanto busca?’. Ella le dijo que sólo pedía que le dieran a su hijo”, escribieron los reporteros.

No era la primera vez que la intimidaban: ya le habían rociado gasolina a su casa para incendiarla y habían intentado desaparecer a su otro hijo.

¿Y las autoridades municipales, estatales y federales la protegieron? No.

Qué descorazonador que a una devastada madre buscadora de su hijo desaparecido la levanten, la desaparezcan y la ejecuten.

Perdón, Rosario Lilián, per-
dón por este País de machos
miserables...

jp.becerra.acosta.m@gmail.com

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