Saltillo convertido en capital universal del arte de la guitarra

Por vigésima séptima ocasión, esta semana Saltillo se viste de gala, como lo hace cada año, para convertirse en la capital mundial de la música de guitarra. Del lunes 3 al sábado 8 de este mes de julio tendrá lugar el Festival Internacional de Guitarra de México. En casi tres décadas, el festival sólo ha sido suspendido el año más difícil de la pandemia, por lo que si esta que comienza mañana es su edición 27, podemos situar sus inicios hace 28 años, en 1996, y aplaudir el tesón de su fundador y director, el maestro Martín Madrigal, quien año con año emprende la peregrinación en busca del apoyo, tanto de las instituciones oficiales como particulares dedicadas a la cultura, y de igual forma, buscando el sustento de la iniciativa privada que apoya los esfuerzos emprendidos en el rubro.

Este año volverán a resonar los conciertos que ofrecen los maestros guitarristas de talla internacional, la Orquesta de Guitarras de Monterrey, la Orquesta de Guitarras de Coahuila y, no faltaba más, la Orquesta Filarmónica del Desierto de Coahuila. Nuestra Filarmónica, bajo la batuta de su director, Natanael Espinoza, interpretará en estreno la obra De la Paz Sinfónico, del maestro español José Luis de la Paz, solista, en el concierto inaugural del lunes en el Teatro de la Ciudad Fernando Soler, como un segundo momento de la apertura del Festival, pues antes presentarán una gala flamenca en la que participan Yiyí Francisco J. Orozco en el cante, Álvaro Rubio en las percusiones y la bailaora Vivi Villarreal. Asimismo, la Filarmónica del Desierto estará a cargo del concierto de clausura del festival el próximo sábado, con un director invitado, Iván del Prado, y los solistas Daniel Saboya y Boris Díaz. Los restantes cuatro conciertos estarán a cargo del portugués Francisco Luis, la rusa Irina Kulikova, el Cuarteto de México, y las Orquestas de Guitarras de Coahuila y de Monterrey.

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Una de las más nobles actividades del Festival Internacional de Guitarra de México en Saltillo es la clase magistral que los grandes maestros imparten a estudiantes de guitarra destacados, mientras otros estudiantes, aficionados y la gente interesada en este instrumento musical pueden asistir como oyentes. Así, este año dictarán cátedra a algunos afortunados estudiantes los maestros guitarristas Daniel Olmos, Antonio Laguna, Francisco Luis, Carlos Viramontes, Irina Kulikova y Arody García.

Y para complementar la formación de músicos guitarristas, el programa del Festival ofrece todavía más: los expertos mexicanos Manuel Fernández y Rafael Granados impartirán un interesante Taller de Mantenimiento y reparación de guitarra.

Y los saltillenses tendremos, otra vez, la suerte de presenciar la trascendencia del arte musical de la guitarra en espectáculos de primer nivel en el Teatro de la Ciudad y el Museo de las Aves de México, y las clases magistrales en el auditorio del Centro Cultural Vito Alessio Robles.

Hablar de guitarras flamencas, como las que podrán disfrutarse este lunes, necesariamente remite al fervor del espectáculo, con todo el dramatismo y la carga erótica de su arte, el vibrar del tablado que contagia el espíritu del espectador, el ambiente con aires de boleros, jotas, fandangos, zapateados, zorongos y olés. El embrujo español y las reminiscencias andaluzas, gitanas y árabes del flamenco remueven el recuerdo de los antepasados aventureros que trajeron a la América hispánica la sangre agitanada y vagabunda que nos dio la vida.

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Importantes logros han tenido en nuestro estado los organismos y personas que trabajan en favor de la difusión de la cultura. Y más habría si se trabajara en forma conjunta. Por lo que hace al público, si sigue apoyando a las instituciones de gobierno, educación y particulares que se preocupan por traernos espectáculos de la calidad del Festival Internacional de Guitarra de México, estaremos en posición de disfrutar muchos de los mejores que en el rubro cultural puedan darse; y como ciudad, la nuestra estará entonces a la altura de las grandes ciudades que no sólo promueven, sino que alientan y producen esas nobles actividades que distinguen al hombre y le dan su verdadera dimensión de humano: el arte y la cultura.