Saltillo: dos décadas de catástrofe en la cultura municipal

Opinión
/ 8 enero 2022

La expectativa de posible renovación con el cambio de gobierno se diluyó ante el nombramiento de un cuadro cercano al ex director como nueva titular del IMCS; gesto que augura la continuidad de una inercia que cumple ya casi veinte años

El abismo de abuso, confrontación, opacidad y torpeza con el que se condujo la administración cultural de Saltillo no es más que el síntoma de un problema viejo: el estilo de su director -protagónico, personalista y aislado de la comunidad cultural- no se gestó de un día para otro. Sí, se fue fraguando durante tres periodos (desde tiempos de Jericó Abramo, hace ya más de una década) pero también mucho antes, como subordinado de Armando J. Guerra, que trabajara en el mismo puesto... ¿Heredaría de ahí el estilo, el redomado gusto por la prepotencia y el auto homenaje? El Chino venía de Bibliotecas, de Difusión cultural, del primer Icocult, desde 1993... Estamos hablando de una forma de malversar las concepciones acerca de las políticas de cultura vigente ya ¡30 años! Hoy persiste la misma camarilla con la misma visión, el priísmo a ultranza, el autoritarismo, una visión verticalista, cupular. La ecuación es simple: esa visión supo injertar a todos sus incondicionales en puestos clave: unos cumplen ya treinta años como eternos becarios o se volvieron escribientes de gobernadores; a los incipientes periodistas se les volvió voceros; a los novísimos artistas, funcionarios o porristas: de carga maletines pasaron a sub secretarios, y otros -como éste último- lo superaron.

$!Auto promoción, patrimonialismo, sesgo y opacidad, los males de la cultura municipal.

La sombra del caudillo

Los jóvenes que demandaron al cesado director del IMCS quizá no conozcan o recuerdan los ex abruptos de su mentor; sus peleas y escándalos, sus maltratos a la prensa, su grosería y su impunidad: todo el mal proviene de ahí. Lo grave es que gran parte de la administración de la cultura institucional en Coahuila y en Saltillo, sigue presa de esa visión y de esa mecánica. Es por ello que no se puede esperar una cierta perspectiva de cambio cuando se nombra como titular a quien trabajó bajo las órdenes directas de su depuesto Director, la misma que en 2014 organizó un estrambótico homenaje al eterno asesor, por ser durante -según sus cuentas- 50 años “constructor de la cultura”. Entonces ¿Seguirá la oferta artística de nuestra ciudad resumida a revistas musicales, pastorelas, festivales gruperos, rodeos, auto homenajes priístas y récords insulsos como el de “La rosca más grande del mundo”? Lo cierto es que el IMCS perdió el rumbo desde aquella época dorada bajo la visión del ingeniero Pedro Moreno, quien supo entender los diversos aspectos de la cultura, en todas sus formas y manifestaciones: para todos los espacios y públicos. O el breve oasis y ciertos programas y proyectos que dieron otro giro a las políticas editoriales o la atención de los barrios y expresiones netamente populares, durante el periodo de Mabel Garza. Luego todo sucumbió. Sus administraciones se dedicaron a dilapidar los recursos en auto promoción, politiquerías y atentados al patrimonio; al cierre de librerías y bibliotecas, a ediciones fantasmas, al ninguneo sistemático de los artistas, inversamente proporcional al ejercicio de culto a la personalidad de sus funcionarios: a la manera de Nerón y Calígula.

$!La cultura en Coahuila, 30 años de funcionarios centrados en el auto homenaje.

Finalmente ¿Quiénes son los responsables de esta catástrofe que ya cumple casi veinte años?¿Una comunidad artística omisa o sumisa, convenenciera y apática?

A estas alturas de la historia, no meto las manos al fuego por nadie, pero propongo otra teoría: el desastre de la cultura institucional en Coahuila y su capital se debe al desdén y la falta de interés de gobernantes que siempre concibieron los perfiles de su administración como algo secundario e instrumental; un tema sin importancia: cargos cuasi ornamentales con qué premiar la lealtad a la militancia y proteger a sus ahijados, a los cachorros del sistema.

alejandroperezcervantes@hotmail.com

Twitter: @perezcervantes7

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