Se acaba la orfandad en esta tierra

La Virgen viene del cielo al Tepeyac. En su vida terrena subió el monte de Judea para hacer que su saludo estremeciera al bautista por nacer.

Isabel la llama entonces bendita. Se pregunta la visitada quién es ella misma para que la madre de su Señor venga a verla. Admira su fe y le asegura que por eso verá cumplido todo lo prometido por el ángel que la visitó.

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En este monte de Anáhuac posa ahora su planta, ya bienaventurada, peregrinando desde su vida gloriosa hasta la simplicidad humilde del indio “pequeñito y delicado”, como lo llamó la visitante celestial.

Lo nombra embajador y mensajero y lo envía con prodigiosas rosas decembrinas de la montaña. Las lleva el indio ocultas en su tilma. Las despliega ante el obispo Zumárraga como prueba de la aparición.

Todos los presentes se asombran cuando ven que, al caer las rosas, queda en la tosca tela la imagen de la aparecida. Con tierna mirada y manos juntas. Se presenta vestida de estrellas y pisando la luna.

El indio Valeriano, en su escrito “Nican Mopohua” dejó escrito el diálogo ungido de ternura, de amor materno y bellos propósitos. Quiere la Virgen, “Madre del verdadero Dios por quien se vive” quedarse en su imagen, se declara madre y quiere escuchar las dolencias de sus hijos y tribulaciones y promete aliviarlas.

CORONA Y TEMPLO INCONCLUSOS

Todo el pueblo mestizo se estremece al conocer su mensaje. Y ya le llaman reina y le preparan una corona y se construyen templos en todo el territorio. El templo que Ella quiere es de las vidas luminosas entregadas y obedientes al Padre Creador.

Son esas las piedras vivas que quiere para un templo espiritual. Las piedras preciosas de su corona son la justicia y la paz entre todos, encarnando el Evangelio de su Hijo: Señor, Maestro, Salvador y Amigo.

Cada 12 de diciembre, nuestro pueblo advierte que sigue inconcluso ese templo. Quedan destruidos aun muchos sillares por violencias y odios letales y por divisiones en que no hay acuerdo sino discordia.

La maternidad de la guadalupana aleja la orfandad. La mayor esperanza de todos es ya no vivir como huérfanos sino como hijos e hijas, dignos de esa Madre que sigue pidiendo y bendiciendo para conversión y renovación de todos los que ama.

FANTASMAS AMENAZANTES

Pueden convertirse en grandes oportunidades de victorias aún o logradas.

Deportaciones masivas, aranceles gravosos, frontera cerrada, equipo drástico, intenciones de intervención y aun de anexión. Puede humanizarse la migración y sanear sus raíces. La torpe competencia autodestructiva puede descubrir ahora caminos de recíproca cooperación inteligente que comparta y sume capacidades. La frontera hostil puede llegar a ser puente de apertura con legalidades sin obsolescencia. Las leyes pueden tener racionalidad, autoridad y bondad sin exclusiones.

El papalote de los anhelos nacionales ha de aprovechar el viento contrario para elevar humanamente a todos los rezagados y carentes de lo necesario, para una vida digna y fructuosa como personas y como comunidad.

TÉ CON FE

-Toda renuncia me parece insoportable.

- Claro. Si tu renuncia no es oblación puede parecer carencia, mutilación, despojo. Lo que ofreces nunca es pérdida. Siempre genera ganancia. Te recompensa y te enriquece en tu ser. Es siempre renuncia victoriosa. Es vacío para llenumbre y desbordamiento...