Sheinbaum-AMLO, el acuerdo por el ‘Plan C’

Opinión
/ 11 junio 2024

El ‘Plan C’ de López Obrador, para el cual pidió a los electores su respaldo en las urnas, se encuentra en marcha y no parece existir discrepancia alguna en el oficialismo

La virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, se reunió ayer con el presidente Andrés Manuel López Obrador y con ello arrancó formalmente el proceso de transición que concluirá con el traspaso de la banda presidencial el primer día de octubre próximo. Una cosa quedó clara después de este primer encuentro: el denominado “Plan C” está en marcha.

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Y es que tras el encuentro privado la futura Presidenta ofreció una conferencia de prensa durante la cual evidenció que no hay discrepancias entre ella y su líder político en relación con el paquete de reformas que el actual titular del Ejecutivo remitió al Poder Legislativo en febrero de este año.

La única diferencia −que es de forma, pero no de fondo− implica haberse puesto de acuerdo en un calendario distinto al que originalmente planteó López Obrador. El Presidente había pedido el voto de los mexicanos para contar con mayoría calificada en el Congreso y, de esta forma, empujar la aprobación de sus propuestas antes de concluir su mandato, el último día de septiembre próximo.

Ayer, sin embargo, Sheinbaum anunció que el paquete original de iniciativas se dividirá en dos y, en primera instancia, se impulsará la reforma al Poder Judicial además de tres modificaciones legales que ella planteó incorporar al plan original: la elevación a rango constitucional de dos programas sociales más; una reforma a la Ley del ISSSTE para incrementar las pensiones a maestros y la eliminación de la posibilidad de reelección.

Por otra parte, Sheinbaum precisó que se pusieron de acuerdo en que el periodo que nos separa de la instalación de la nueva Legislatura Federal, hecho que ocurrirá el 1 de septiembre, se utilice para “socializar” el contenido de la propuesta, de forma que participen en la discusión todas las personas que así lo deseen y, en particular, los profesionistas del Derecho.

¿Implica esto un ofrecimiento para escuchar los argumentos en contra de la posibilidad de que jueces, magistrados y ministros sean electos mediante el voto popular? Más importante aún: ¿implica este ofrecimiento la posibilidad de que los promotores de la reforma sean convencidos de su inconveniencia?

En teoría sí, pues sólo de esta forma tendría sentido el que se convoque a foros de consulta, mesas de análisis y un eventual parlamento abierto. Sin embargo, es necesario tener claro que eso no se dijo de forma expresa ayer y lo único que en concreto se ofreció fue “discutir” el tema antes de aprobarlo.

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La experiencia del actual sexenio recomienda, por otro lado, no ser optimistas respecto de la sensibilidad del oficialismo frente a los argumentos de sus contradictores. No sería esta la primera ocasión en la cual se realizara todo el proceso “de consulta” arriba señalado sólo para que, al final, se aprobara una iniciativa presidencial “sin cambiarle una coma”.

Habrá que ser realistas entonces y asumir que, a partir del respaldo recibido en las urnas, tanto el actual Presidente como la virtual Presidenta Electa, tienen toda la intención de llevar adelante el denominado “Plan C” y que sólo es cuestión de tiempo para que éste se concrete en los hechos y comencemos a observar sus consecuencias.

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