Tan raro como ver a un hipopótamo en Xochimilco...

Les platico:

1. Así es un empresario que apoya desinteresadamente al periodismo independiente.

2. De nuevo, un empresario, que participa abiertamente en política.

3. El sentido común.

4. Una mayoría electoral que razona, después de haber llevado a la presidencia al producto de una minoría indolente.

5. Un político que pone las ideas por delante de su persona.

6. Un gobernante que piensa en generaciones, y no en elecciones.

7. Alguien que hace un bordado de la bonhomía y la inteligencia.

8. Quien es motivado y arrastrado por ideas, certezas y comprobaciones, y no por dogmas de fe o fundamentalismos ideológicos.

9. Un gobernante que promueve las coincidencias y no las diferencias.

10. El que no castiga a la gente por lo que piensa.

11. Quien no necesita testigos de su vida falsa.

12. El que no es tan frágil como su ego.

13. Alguien que lucha por sus convicciones, más que por sus ambiciones.

14. Dos machos alfa que negocian y que no chocan como trenes.

15. El legislador al que no se le inflama el dedo de tanto levantarlo a lo güey.

16. El que asocia al Louvre con París y no tiene que pedir papas a la francesa para sentir que está en Francia.

17. Quien no trata a sus seguidores y fanáticos como si fueran mascotas o solovinos.

18. El partido político en México que busca a su mejor candidato y no al que más le conviene a sus propios intereses.

19. El líder sindical que no vive de las cuotas que cobra a sus agremiados.

20. El que ayuda sin esperar que se lo agradezcan.

CAJÓN DE SASTRE

“Yo le agregaría uno más: tan raro como ver a un hipopótamo en Xochimilco es el que gobierna y renuncia al partido que lo llevó al poder y le da más importancia y valor a la capacidad que a la lealtad de sus colaboradores”, dice la irreverente de mi Gaby.