Coahuila: educación digital de los menores requiere un esfuerzo conjunto, no solo de las familias
Dina Fajardo, directora del programa CIBI Digital, señaló que México enfrenta un retraso en la formación para el uso responsable de la tecnología
La creciente presencia de niñas, niños y adolescentes en entornos digitales ha generado en Coahuila un debate centrado, sobre todo, en la responsabilidad de madres y padres para supervisar el uso de los dispositivos.
Sin embargo, Dina Fajardo Directora General del programa CIBI Digital y Doctora en Educación por la Universidad de Cambridge, advirtió que esa visión es insuficiente y que la educación para el mundo digital debe entenderse como un esfuerzo integral que involucre a familias, docentes, directivos y autoridades educativas.
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Explicó que otros países ya trabajan bajo este enfoque, mientras que en México persiste un retraso considerable en la incorporación del tema a los programas escolares.
Dina Fajardo, desarrolló junto con su equipo una consulta nacional aplicada a mil 700 madres y padres, 300 docentes y 100 estudiantes. El estudio revela que más del 80% de los niños entre seis y 12 años tiene conexión, cifra que supera el 92% entre adolescentes, y en algunos niveles socioeconómicos llega al 100%.
Pese a ello, señala que el sistema educativo mexicano no ha incorporado los contenidos necesarios para acompañar este uso cotidiano, pues solo aborda habilidades técnicas y deja fuera la formación crítica, socioemocional y ética.
Además, los resultados muestran que las familias reconocen la necesidad de educar en estos temas, pero no se sienten preparadas. El 94% de las y los encuestados considera muy importante formar a la niñez y adolescencia en el uso responsable de la tecnología, pero el 60 % admite sentir miedo o preocupación respecto a lo que ocurre en línea y solo dos de cada diez personas se sienten listas para enfrentar los riesgos digitales de sus hijos.
Entre el magisterio la percepción es similar pues casi la mitad expresa preocupación o inseguridad y únicamente el 20% afirma que en su escuela se está haciendo algo para atender el tema, ya sea talleres o charlas informativas.
Fajardo señala que esta brecha formativa se explica en parte porque los programas oficiales siguen limitados a enseñanza técnica, como el manejo de software o nociones básicas de programación, sin incluir la reflexión sobre la vida digital.
En ese sentido, consideró que la educación pública y privada se enfrentan a la falta de espacio en el programa, según han explicado las escuelas, pues se les pide priorizar contenidos obligatorios.
Señaló que en algunos colegios privados han comenzado a implementar acciones en ese sentido, mientras que en las escuelas públicas aún se busca la manera de incorporarlas de forma sistemática.
“Los colegios con los que hemos trabajado están integrando estos temas a sus espacios de reflexión, a sus espacios de valores, donde ya no nada más se hablan de las situaciones físicas donde aplicas tú tus valores y tus propósitos, sino también en las situaciones que vives en un mundo digital día a día”, mencionó.
Explicó que el modelo desarrollado por CIBI Digital trabaja seis ejes: pensamiento crítico, bienestar personal en la vida digital, gestión de la presencia en línea, protección de la seguridad y derechos digitales, relaciones y comunicación en entornos digitales, y prevención de la violencia digital.
La especialista insiste en que la solución debe ser sistémica, y que pretender resolverlo únicamente desde las familias o únicamente desde las aulas resulta insuficiente.
Ante ello, desde su trabajo con CIBI proponen la formación de directivos, figuras de acompañamiento, docentes, familias y estudiantes mediante conferencias, talleres y programas diseñados para cada comunidad escolar.