Transporte público de Saltillo: hay un plan para reordenarlo
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El Cabildo de Saltillo ha dado un primer paso en la dirección correcta ara modernizar el sistema de transporte público de la ciudad. Urge que avance con mayor velocidad
El Ayuntamiento de Saltillo aprobó, el pasado mes de febrero, un acuerdo mediante el cual se declara la necesidad de establecer en la capital coahuilense “un nuevo sistema de transporte público colectivo urbano tronco-alimentador con itinerario fijo”. Tal acuerdo, según la información disponible, representa el primer paso importante para la modernización integral del sistema local.
La declaratoria realizada por el cuerpo colegiado implica el establecimiento de cuatro rutas troncales, a partir de las cuales se reordenará el resto. Estas cuatro rutas recorrerán exclusivamente el periférico Luis Echeverría, en ambos sentidos, y las avenidas Fundadores y Antonio Narro, con lo cual se establecerá una suerte de retícula que permitirá a los usuarios el diseño de sus trayectos, de forma ideal, en dos tramos, independientemente de sus puntos de origen y destino.
El acuerdo también establece las características mínimas con las cuales deberán contar las unidades que presten el servicio en estas rutas y entre las cuales se encuentran cumplir con las normas anticontaminantes vigentes, tener una capacidad mínima de 60 pasajeros y, de forma preferente, estar climatizadas y contar con acceso a internet.
Al respecto habría que señalar, sobre todo, que se trata de un primer paso que no resuelve el todo, sino solamente una parte. Por ello, sería importante conocer el complemento de este acuerdo, a fin de tener una idea integral del proyecto que se propone instaurar en la ciudad.
Por otra parte, es necesario conocer los detalles del esquema de financiamiento mediante el cual se propone darle viabilidad, así como el mecanismo tarifario para los usuarios. Esto último, en particular, es sumamente relevante.
Y lo es, porque uno de los aspectos que resulta indispensable socializar, en torno a cualquier proyecto de modernización del transporte público, es que resulta muy difícil -por no decir imposible- que éste pueda financiarse a partir exclusivamente de la tarifa que paguen los usuarios.
Para decirlo con mayor claridad: si queremos un transporte moderno, eficiente, seguro y digno, es absolutamente necesario inyectarle dinero público, es decir, subsidiar su operación. Eso implica, eventualmente, sepultar el actual esquema de concesiones individuales que ha prevalecido por décadas no solamente en Saltillo, sino en prácticamente todo el país.
Pese a todo lo señalado anteriormente, este primer paso que ha dado el Cabildo de nuestra ciudad constituye un avance importante en la dirección correcta. Cabría esperar, desde luego, que los siguientes pasos puedan darse con mayor celeridad y que la materialización de este proyecto, largamente anhelado, se registre en el menor tiempo posible.
En este sentido resulta obligado advertir que el actual desarrollo de un proceso electoral local, que implica la renovación del Ayuntamiento, constituye un riesgo importante para la concreción del proyecto, Esperemos que nuestros políticos sean capaces de sustraerse a la tentación de dinamitarlo, como ya lo han hecho en el pasado con ideas similares.