Tras fracaso en las urnas, urge una renovación en el PRI y el PAN
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A la luz de los resultados a nivel nacional de las elecciones del pasado 2 de junio, queda claro que los resultados para el PRI y PAN no fueron los óptimos, de hecho, son sus peores resultados en la época democrática, lo cual debe detonar al interior de esos partidos una profunda reflexión para generar un plan de renovación con miras a las elecciones de los siguientes años.
En democracia ni las victorias, ni las derrotas son perpetuas, los partidos pueden recuperar terreno, pero para ello es importante volver a conectar con el electorado, pero ello no es posible repitiendo una y otra vez las recetas, se requieren cambios profundos y a veces dolorosos para las cúpulas, por ende, en mi editorial de hoy quiero abordar una serie de cambios que se deben de dar en el proceso de recuperación de ambos partidos:
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1.- Cambio de dirigentes: En ambos casos hay dirigentes impopulares y con fama de corruptos que están al frente de los partidos; “Alito” Moreno y Marko Cortés que se niegan a dejar las dirigencias de los partidos y no se dan cuenta que ellos son un factor en la mala imagen de estos.
Se requieren por tanto nuevas figuras en las dirigencias, con solvencia moral, porque mal harían en poner a otra persona con una fama similar, por ejemplo, se escucha a Jorge Romero como posible dirigente del PAN, pero lo vinculan como líder del cártel inmobiliario de la Ciudad de México, así que un cambio en dicho sentido no representaría una mejora.
2.- Sangre nueva en las candidaturas: El elector está cansado de ver a personas que tienen 20 ó 30 años en el poder volviendo a competir por los cargos; se debe jubilar a figuras como Manlio Fabio Beltrones, Santiago Creel, Carlos Aceves o Josefina Vázquez Mota.
En cambio, apostar por nuevos liderazgos desde lo local, que garanticen buenos resultados; ejemplo de ello fue la candidatura de Manolo Jiménez en Coahuila el año pasado, que arrastró no solo el voto partidista, sino también el de la sociedad civil.
3.- Plantear contraste a la 4T: Morena lleva años marcando la agenda, en especial con su bandera de los programas sociales, esta es una arena en donde no se le puede competir, los partidos de oposición deben concentrarse en donde está fallando la 4T, como en seguridad, salud, educación, inversión extranjera, relaciones internacionales, porque solo así podrán ofrecer una opción distinta.
4.- Replanteamiento de la ideología: El país cambió, también deben cambiar las ideologías base del PRI y el PAN; en el PRI esto es más acuciante porque Morena ha invadido su mercado y por tanto requiere encontrar nuevos nichos de votación, por ejemplo, puede plantearse como un partido social liberal, es decir liberal en lo económico y en lo que respecta a la vida de las personas, pero social frente a los programas de asistencia comunitaria.
Mientras que el PAN tiene que adueñarse del espectro de la derecha, pero teniendo en claro que también requiere personas que no tienen un pensamiento conservador.
victorsanval@gmail.com
@victorsanval